Constantemente llegan decenas de perros que son abandonados. Ante la falta de compromiso de sus “dueños”, se busca recuperarlos y darlos en adopción responsable buscando una vida digna para ellos.

Como si se tratara de algo que se descarta, así es como son abandonados muchísimos perros en el Refugio. Y, debido a la falta de espacio y el gran número de caninos que ya hay, éste se encuentra colapsado y a la espera de que se puedan dar en adopción a familias amorosas.

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Asimismo,  la labor que realizan los pocos voluntarios en “Patitas de San Vicente” es muy sacrificada, dado que no están contando con los recursos necesarios ni con suficientes caniles para tantos animales.  Es por eso que constantemente fomentan la castración y la adopción con tenencia responsable.

Es decir, que las personas que se lleven a un perrito lo cuiden y se hagan cargo del mismo siempre (atención veterinaria; paseos con correa; identificación; castración; etc). De esta manera, se establece el respeto hacia el animal, puesto que pasa a ser un miembro de la familia.

Desde “Patitas de San Vicente”, Cecilia, voluntaria, asegura que no paran de recibir perros de diversas edades, especialmente cachorros enfermitos y sin mamá para castrar, lo cual hace de ésto un problema interminable.

Por lo que solicita a los vecinos “un poco de compromiso y empatía”. Puesto que, muchos consideran un Refugio como un lugar de descarte, donde los animales son abandonados para no hacerse más cargo de ellos.

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Un lugar pequeño para muchos perros

El Refugio está ubicado en San Vicente – Buenos Aires y da acogida a 250 perros de distintas edades, los cuales son rehabilitados, tras haber sido víctimas de maltrato y abandono, por parte de sus antiguos “dueños”. El mismo, está coordinado diariamente por solo dos personas, quienes realizan una labor a pulmón para sostenerlo.

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 “El Refugio está colapsado, dado que no tenemos espacio para tantos perros ni presupuesto para mantenerlos y cuidarlos”, comentó Cecilia a este medio y agregó: “Mucha gente piensa que solo es cuestión de alimento (que de por sí son 3.000 kilos de balanceado por mes), y no es así, además hay que pagar mano de obra, medicamentos, tratamientos veterinarios, productos de limpieza, garrafas, traslados, entre otros muchos gastos. Y con el contexto económico cada vez se hace más difícil”.

“Hay una evidente falta de empatía hacia los animales, es por eso que hay que generar conciencia”, manifestó Cecilia y detalló: “La gente piensa que somos muchos los voluntarios en el Refugio pero apenas entramos en una mano y cuidamos a 250 animales y el espacio solo puede acoger a 100”.

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“Patitas de San Vicente” está en una situación crítica.

Asimismo, Cecilia aseguró que, además de una falta de compromiso de las personas, hay una completa ausencia por parte del Estado Nacional respecto a políticas de salud animal cuyo principal eslabón es hacer hincapié sobre la importancia de la castración para evitar superpoblación de perros y gatos padeciendo en las calles”, manifestó con enojo.

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Cabe destacar que, si bien las donaciones por parte de la gente son bienvenidas y agradecidas, lo que Cecilia espera, más que nada, es que el número de adopciones aumente y que sean felices y para siempre.