El día es mundial porque en 1988 se celebró el primer Congreso de Trabajadoras del Hogar, pero centrándose en Argentina se trata del gremio de mujeres más grande del país.

La lucha de la mujer trabajadora comenzó a visibilizarse hace más de 100 años atrás. No obstante, ese ocultamiento fue rompiéndose con los reclamos populares, aunque en cierto punto no abarcó a las empleadas del servicio doméstico. En su lucha por el reconocimiento de los derechos laborales realizaron una convención que pasó a la historia.

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El 30 de marzo de 1988 se celebró el primer Congreso de Trabajadoras del Hogar en Bogotá, Colombia. Allí, surgió la unión internacional para bregar por conquistar un estatus y derechos que les posibiliten alcanzar mejores condiciones de vida.

Recién en 2013 en Argentina se sancionó la Ley 26.844 de contrato de trabajo para el personal de casas particulares. Sin embargo, los estudios estadísticos muestran que aún más del 70 porciento continúa sin estar registrada. Por lo tanto, cada año se vuelve más fuerte la lucha del sindicato de mujeres más grande del país por cambiar su realidad.

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Si bien el censo 2022 dará mayor información sobre la realidad de los hogares, en 2020 la Encuesta Nacional sobre Condiciones de Empleo, Trabajo, Salud y Seguridad sostuvo que existen en Argentina 1,4 millones de trabajadoras en casas particulares. Asimismo, el estudio pudo comprobar el que 99 porciento de esos empleos son cubiertos por mujeres.

El reclamo social

El reconocimiento del derecho a ser trabajadoras registradas les permite acceder a beneficios sociales. Además de aportar para su jubilación, les brinda la posibilidad de alcanzar asignaciones familiares o demás prestaciones.

Asimismo, Argentina es un país con gran multiculturalidad y contacto entre culturas. En ese sentido, muchas trabajadoras del servicio doméstico son migrantes regionales que encuentran la posibilidad de generar ingresos para solventar la crianza de sus hijos en su país de origen.

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Por ello, el reclamo es internacional y busca alcanzar los pedidos de todas, sin importar donde estén ejerciendo sus desarrollos laborales.