El Bonaerense charló con Celina Velayos, nieta del fundador de la línea 543

Celina pertenece a la tercera generación de una familia que se dedica desde hace casi 100 años al rubro de los colectivos en Lomas de Zamora. “Empezó mi abuelo, cada generación tuvo su empresa. Mi abuelo tuvo unas líneas, y nosotros fuimos adquiriendo más líneas”, cuenta Celina Velayos en diálogo con El Bonaerense.

Ella y sus hermanos recuerdan los orígenes de la empresa que fundó su abuelo. Ahora son 6 en total, no es solo la 543, sino la 541, 544, 549, 561 y 562 las que recorren el barrio.

“Yo siempre lo comparo con que tu papa puede tener un almacén y tenes contacto directo, desde que nací andaba a upa de mi abuelo por todo el taller, vivíamos arriba de la empresa, llegaba me venía a buscar y me paseaba por el con el taller y es tu lugar”, recuerda Celina.

Su abuelo y fundador, Teófilo Velayos, vino desde España y arrancó siendo colectivero porque había 3 coches. “En 1922 compro un taxi y así comenzó, primero con sus primos y la idea de empezar con colectivos fue porque el decía como puedo hacer para llevar más gente a la estación, porque solo estaba el tren”

“Antes la carrocería era de un camión que fue adaptado a colectivo, que tenía 2 bancos a lo largo, lonas que bajaban cuando llovía y eran todo de madera. En 1923 sale la primera concesión del país para una línea de colectivos y ningún otro puede pasar por ese recorrido.  Acá en Lomas todo era muy chico, las calles eran de tierra y adoquines”, describe Celina.

Hoy en día tienen 135 coches y con las mejoras en la tecnología todo cambio. “Antes había un guardia, después se puso otro boleto, la boletera, cada generación tuvo sus cambios. Con mi papá metían la máquina de monedas. Antes con mis hermanos juntábamos boletos capicúas, como teníamos los rollos de boletos ahí queríamos tener el capicúa y mi papá nos quería matar”, relata Celina entre risas.

Y agrega: “Sentimos mucho orgullo, amamos a nuestro abuelo. Somos 4 hermanos y yo soy la mayor y la que tuve más relación él. Estábamos muy ligados y me contaba todo el tiempo historias de España”

La tradición familiar no solo aborda a los Velayos sino también a los empleados de la línea. “Nos emocionó mucho un empleado que empezó a los 18 y ya tiene 40 y pico vino a contarnos que su nena que cumplió 15 años quería llegar en un colectivo a la fiesta”, cuenta.

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“Estábamos re contentos, la fiesta fue en abril y llevamos a muchas personas en el colectivo. Su padrino es chofer también, así que quería ir en el coche del padrino”, dice.

Ya trabaja la cuarta generación en la empresa familiar, que son hijos y sobrinos. “Soy directora y mi hermana esta de vice, en la empresa Yitos S.A que tiene todas las líneas”, explica.