El grupo conformado por mujeres y hombres de todas las edades teje mantas con finalidades solidarias en Ituzaingó.

Lanas, agujas, amistad y solidaridad serían las palabras claves para describir a “Unidxs x la lana”. Cada quince días, el grupo conformado por mujeres y hombres de todas las edades se junta a tejer con finalidades solidarias en Ituzaingó.

“Nos juntamos a tejer, a unir los cuadrados, que a veces nos llegan desde muchos lugares e incluso donaciones para destejer”, cuenta Marcela una de las miembros en charla con El Bonaerense.

Hay muchas manos detrás de cada manta, ya que cada uno teje su propio cuadrado de lana, el cual lo unen para formar la frazada final. “No hay un número determinado de personas, nos llegan cuadrados de gente que no conocemos, mucha gente le dice a la abuelita que teja. Entre 10 personas o más, se suman familias, también de una comunidad escolar, es una red muy gigante, una construcción colectiva”, explica.

El objetivo es solidario, para abrigar corazones y donar a gente que lo necesita. “Cuando la manta está terminada, buscamos quien la necesita, como familias que la necesitan, comedores, merenderos, o a alguien que se le quemó la casa”, dice Marcela.

“Hacemos algo que nos gusta, compartimos todos y podemos armar algo en un grupo, además de la satisfacción de saber que al que lo necesita le sirvió”, expresa.

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 “Unidxs x la lana” surge de la idea de un grupo de amigas de Ituzaingó, en plena pandemia. “Lo vimos una forma de estar más cerca, ya pasaron 2 años y nos quedamos tejiendo. Cada una les dijo a sus amigas, armamos una página en Facebook y empezamos a pedir donaciones de lana y que la gente nos mande también sus cuadraditos”, dice Marcela.

Y agrega: “Las personas se sentían solas en pandemia y encontraron en el tejido un sentido para conectarse con otras personas”.

Se fueron sumando distintas manos distintas personas al proyecto. “Hay un señor de 80 años, Roberto de 84 años que se le ocurrió armar un video para quienes no sabían tejer, a partir de la página de Facebook se sumaron más personas. Hay gente de capital, de Ramos Mejía, de Merlo, de Padua, mayormente de zona oeste”

No hay límite de edad ni de género para participar “Tejieron jóvenes, adolescentes, mujeres, familias, abuelos. Recibimos donaciones y necesitamos manos que tejan, siempre es bienvenido porque siempre hay ganas de tejer”, finaliza.