La lucha de Vanina Ciciliani por la tenencia de su hijo no tiene fin. Tiene 50 años, es abogada, vive en Ramos Mejía y hace dos años que no tiene contacto alguno con su hijo. Denuncia irregularidades en el proceso judicial y arreglos entre el padre y jueces de La Matanza.

La desesperación de Vanina es total, si bien hace dos años que no puede ver a su hijo, todo comenzó en 2017, cuando el padre solicitó un poder abierto, ofreciendo a cambio una propiedad, el pago de colegio, obra social y una suma de dinero mensual. Ante su negativa, la situación se complicó y ella fue apartada del vínculo con Marcos (16).

En diálogo con El Bonaerense, Vanina relata las dificultades que enfrenta a diario y las presuntas irregularidades en el proceso judicial. Su profesión, su salud y sus finanzas se vieron perjudicadas debido a la manipulación de los abogados por parte del padre del adolescente. 

“Él fue ayudado en el 2017 por la actual abogada de Marcos, la cual tiene mucha relación con dos jueces de La Matanza y con el camarista, por lo que nos está costando sacarla. Pedimos que la Corte intervenga para que nos saquen de La matanza y que verdaderamente actúen a derecho”, explicó Vanina.

Los padres de Marcos se separaron durante el embarazo y durante muchos años, el padre no estuvo presente en su vida. Vanina le pedía que asistiera a eventos importantes y que se hiciera presente en la vida del hijo. 

A partir de los 10 años, empezaron a vincularse pero la relación seguía siendo conflictiva. Según relató Vanina, los primeros años de vida de Marcos rodeados de sus familiares, fueron excepcionales.

Sin embargo, tras la violenta y abrupta aparición del padre en 2017, la relación entre Vanina y su hijo se vio afectada negativamente. Después de cada audiencia, su hijo la bloquea y no tiene comunicación con ella, salvo por los informes que le proporciona su padre. 

Aunque hayan presentado numerosas denuncias y hayan tenido el apoyo de testigos, la madre afirma que los jueces y la abogada de Marcos, presuntamente relacionados con el padre, dificultan el avance del caso. Actualmente, la disputa judicial se lleva a cabo en el Juzgado N° 10 de La Matanza.

“El actuar de la justicia con el arreglo entre el doctor Laborde, la doctora Di Napoli, y el doctor Rubén Alfano con el padre de Marcos y Paola Sciomo, su abogada, me destrozó la vida”, manifestó.

La lucha de Viviana por volver a ver a su hijo, la perjudicó en muchos ámbitos de su vida: “Cada abogado que tenía era arreglado por el padre, entonces fui perdiendo plata, tiempo, y salud. Perdí absolutamente todo y entré en una depresión absoluta”, detalló. 

“A Marcos lo sacaron del centro de vida, lo sacaron de los médicos, le sacaron a sus amigos, le sacaron todo. La pericia psicológica es contundente, que el chico está manipulado, que está inducido por el padre y que le tiene miedo”, comentó

Y sumó: "Estamos con mucho temor por la psiquis de Marcos y por lo que pueda llegar a hacer este tipo. Y obviamente la justicia. La cámara siempre dilata, tarda y arreglan entre ellos”

A causa de esta situación, Vanina se encuentra angustiada, sufre depresión y recibe el apoyo de diversas personas y organizaciones, como Nora Schuttman de Casa Sidín, el Comité Argentino de Niñez y Adolescencia, y Madres de Plaza de Mayo. A pesar de las dificultades, la madre busca recuperar a su hijo y continuar luchando por justicia.

“La fuerza que saco todos los días para recuperar a Marcos, es por él, nada más que por él. Es el único hijo que tengo y lo amo profundamente. Lo quiero tocar, lo quiero abrazar”, espetó.

“Lo que ellos quieren hacer es dilatar el tiempo para que mi hijo cumpla 18 años. Lo dije en todas las audiencias: por más que cumpla 18 años voy a seguir con cada uno de ellos para que verdaderamente se haga justicia”, cerró.

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