El Bonaerense habló con Rubén Andrada, pae que trabaja en Moreno y conoció esta religión en Hurlingham.

La Umbanda es una de las religiones más temidas por una gran cantidad de gente del conurbano bonaerense. Los "cultos" con animales y la vestimenta muchas veces genera desconfianza. Sin embargo, ¿Qué de todo lo que se dice es cierto y qué no?, ¿Todos los "pae" son iguales?, ¿Qué ocurre en los "rituales"?

Para resolver todas estas dudas, Rubén Andrada, un pae que trabaja en Moreno y que conoció la religión en Hurlingham, habló con El Bonaerense.

“La Umbanda no es tan mala como se cree o como se dice, pero depende de la persona. Es como manejar un auto, depende de cómo es el chofer. Yo soy un tipo humilde con una casa sencilla, sobre todo tengo tranquilidad. A todo eso he llegado a través de la Umbanda”, comenzó expresando el hombre de 57 años.

Hace 25 años que Rubén conoció la Umbanda, en un momento difícil de su vida, luego de separase de su anterior pareja.

“Yo estaba con una gran decepción, en el peor momento de mi historia, cuando descubrí un templo (ile) en William Morris, acá en Hurlingham. Ahí me inicié con la mae Leticia y ahí empiezo en un camino lento (ya que es un proceso muy personal)”, expresó.

Y profundizó: “Empecé un proceso espiritual, un reconocimiento personal y a través de eso me fui armando. Después de tantos años soy el pae Rubén de Oxala, que vendría a ser como Sagrado Corazón de Jesús en la línea católica. Oxala es mi santo protector, mi ángel de la guarda”.

“Yo me reencontré conmigo. A través de la Umbanda encontré una satisfacción, soy un hombre tranquilo, con una nueva familia y bien, como cualquier persona común que la tiene que pelear para estar cada día un poquito mejor”, aseguró.

Y expresó: “Tengo mi pequeño templito, en Mariló, Moreno. Desde 2014 me instalé aquí y vienen diferentes personas con diferentes sensaciones. Intentamos ayudar a que las personas elimine esos conflictos o encuentre la solución a lo que está buscando”.

Asimismo, sostuvo: “Primero no me querían aquí en Mariló, pero con el correr de los años se dieron cuenta que yo era honesto y ahora casi todos vienen a verme para que les pase una vela o algo”.

Fundamentos de la Umbanda

“Nosotros tenemos semi dioses, mensajeros del dios verdadero que nos marcan cosas, nos protegen y nos enseñan el camino. Esa sería la doctrina Umbanda”, explicó.

La Umbanda nace en 1908 en Brasil, con un chico de 17 años de clase media, llamado Zélio Fernandino de Moraes, hijo de portugueses criado en Brasil. Sobre él, contó: “Lo que le pasaba a él era que se descomponía: a la mañana parecía un viejito, a la tarde un jovencito y a la noche un borracho”.

Y agregó: “Tenía diferentes posiciones de espíritus que se asomaban a él marcando un camino nuevo, en un momento donde la esclavitud y la pobreza eran tremendas. Se dice que llegó por orden del Dios supremo, para que nazca una religión que mime y cuide a los pobres y esclavos de aquellas épocas”.

“Un espíritu se le incorpora y se presenta en una mesa parlante con cardecistas de clase alta. Demuestra quién es y dice lo que venía a hacer. Traspasó a muchos países”, finalizó.

La mala prensa y los “rituales con animales”

Para Rubén, tiene mala prensa la religión porque “generalmente no entienden los rituales sagrados, como la ofrenda con sacrificios de animales”. Y expresó: “Te puedo asegurar que hemos sacrificado un ave y con eso sacado a un chico que estaba mal del hospital”.

“Las influencias negativas y los ataques psíquicos existen y nosotros los sacamos. Hay gente que se asusta por eso, pero el pae o la mae umbanda estudia a la persona para ayudarlos”, agregó.

Sin embargo, aclaró: “Nunca negamos que la medicina tradicional está, con cada profesional en su lugar. No hay que fantasear ni aprovecharse de la situación. Quizás hay algún pae que haga las cosas mal, pero yo te cuento lo que pasa en mi caso”.

Sobre los falsos umbanda, contó: “La mala imagen se genera porque algunos se disfrazan de umbanda. Al no estar reglamentada nuestra religión, con matrícula o padrón que nos autorice a trabajar, uno no se puede hacer cargo de lo que hace y además genera que haya un montón de chantas que se disfrazan”.

“Otra de las cosas que genera mala prensa son los despachos en la calle. Que algunos quizás dejan entregas u ofrendas en lugares que no corresponden, fuera de los lugares de la religión”, sostuvo.

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Y propuso: “Por eso creo que debería haber algo judicial que lo controle, para que uno pueda denunciar, por ejemplo: "El pae tanto, con matrícula tanto, está tirando gallos y gallinas en la esquina". Y así podrían cerrar templos o suspender a los que hacen estas cosas”

“También tengo un documental sobre la religión donde le pido a los municipios que por favor nos den un lugar para trabajar, hacer los despachos y demás, para que no pase más eso de que un pae deje cosas en las calles”, agregó.

Los mitos más grandes dentro de la Umbanda y las sesiones donde se entra en un estado de trance

“Los mitos más grandes son que trabajamos con el diablo, con demonios, que bebemos sangre y no sé qué más, ja”, expresó entre risas.

Y aclaró: “Se hacen ofrendas, que tiene mucho que ver con lo que era el Antiguo Testamento. En la Biblia está que el espíritu de Dios, que salvó a Israel de la esclavitud, le pidió ciertos rituales para que no pasara a mayores”.

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“Lo nuestro es parecido, hacemos entrega a nuestros antepasados, a esclavos africanos que han venido hace mucho tiempo y trabajan con energías. Entramos en un estado de trance para la comunicación”, agregó.

Y aseguró: “El mito más grande es que trabajamos con sangre. Nosotros bautizamos con yuyos, lavanda, perfume, algo muy parecido a lo de la iglesia católica. En mi caso yo creo en Dios y en Jesús, como guía espiritual”.

Los "gualichos"

“Hay muchos trabajos de limpieza espiritual porque hay muchos ataques psíquicos. Se pueden trabajar con energías, se pueden hacer endulzamientos. Se puede calmar a una persona que es violenta, mejorándole la vida”, comenzó contando.

“Así como están los trabajos de buenas energías, también existen los negativos. Hay gente que utiliza la religión para hacer daño y están dispuestos a pagar mucho dinero. Y hay gente que por la plata... puede perjudicar a otro. Eso no quita que después no le vuelva eso malo que hizo”, sostuvo.

Un mensaje para las personas

“Me gustaría decirle a la gente que no tengan miedo, porque uno tiene miedo a lo que no conoce. Hay que ver a dónde van, no caer por desesperación en lugares malos. Porque la Umbanda tiene cosas muy bonitas, con mensajes muy lindos. Traemos mensajes de prosperidad”, expresó.

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“La umbanda y el afroumbandismo merece ser conocido. No hay demonios, pero se dice mucho y se conoce poco. Cada vez es mayor la cantidad de personas que visitan los miles de templos o (iles) del gran Buenos Aires, buscando contención”, reveló.

“Vienen de todas las clases sociales, famosos escondidos y peones. No importa gusto sexual, raza o posición económica. Sin juzgar ni condenar realizamos limpiezas y abrimos caminos por lo que cada uno vive lo que quiere vivir”, finalizó.