Un brutal accidente truncó su sueño futbolístico. Pero supo reinventarse y, con esfuerzo y voluntad, hoy integra la selección de fútbol de amputados.

“El fútbol siempre da revancha”. Una frase célebre que todo argentino futbolero ha pronunciado alguna vez. Ya sea porque su equipo perdió, por un objetivo no cumplido o, en casos como el de Leonardo Di Scala, una revancha de vida. Leo es un apasionado del deporte más popular del mundo. Incluso lo practicó desde los seis años “Jugué en Aldosivi, Banfield y Talleres. Siempre en Mar del Plata. Lo hice hasta los 17 y después del accidente pasé a amputados”.

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El 1 de julio de 2016 iba a sufrir un duro accidente después de haber entrenado en Talleres, justo haciendo lo que más le gusta. “Salí de entrenar e iba en la moto de mi viejo. Estaba llegando a 39 (Avenida Fortunato de la Plaza) y Edison. Pasa un camión que no me ve y me encierra. Me caigo y, bueno, ahí empezó la tragedia”, comenta Di Scala. Estuvo en una situación crítica, pero los médicos lograron salvarlo. No obstante, sufrió la amputación de una de sus piernas. Pero no fue su único obstáculo “Aparte de la amputación me quebré la cadera, la pelvis y tuve varios órganos comprometidos”. Leo reconoce y agradece a Dios la nueva oportunidad “Tuve una recuperación rápida, milagrosa. Al poco tiempo estaba practicando otro deporte”, agrega.

A pesar de que se encontraba activo, haciendo básquet y surf adaptado, nunca olvidó su gran pasión: el fútbol. “Una gran amiga mía, Alejandra Bosch, me contó que había fútbol para amputados. Y que sería una buena idea implementarlo en Mar del Plata”, rememora. Un año, llegó un equipo de amputados de Chaco para jugar un amistoso con la flamante selección marplatense, como un juego de exhibición para conocer más sobre el deporte. “A partir de ese día iniciamos el proyecto, se fueron sumando más chicos y hoy Mar del Plata tiene su equipo”, detalla.

Actualmente Mar del Plata posee un equipo propio, pero no compite a nivel local, por lo que los jugadores de la Feliz representan a otros equipos. Por caso, Leonardo juega para el combinado entrerriano, mientras que los otros chicos juegan en Mercedes, Buenos Aires. Por su discapacidad, los jugadores pueden acceder al boleto gratuito, y eso les permite competir. Además, tienen una licencia deportiva para poder competir. No obstante, al ser deportistas amateurs, todo exige una cuota extra de esfuerzo.

Di Scala además, integra la selección Argentina. Con la Albiceleste, lograron clasificar al Mundial de Turquía, que se disputará en octubre. El certamen, contará con la participación de 16 equipos y se disputará en formato playoff, es decir, a llaves eliminatorias. "Tenemos una linda federación (FAFA, Federación Argentina de Futbolistas amputados), ellos se hacen cargo de toda la gestión. Por lo que nos comentaron la última vez, Banco Nación es el sponsor oficial de la Selección y además se han comunicado con Cafiero, del gobierno", describe.

Hoy Leonardo, en pareja y con un hijo, apunta a su nuevo desafío: quedar entre los convocados que jugarán la Copa del Mundo. "Somos tres marplatenses los que estamos en la Selección. Nos estamos preparando para estar dentro de la lista de buena fe que va al Mundial. Y nos seguimos viendo con los chicos con los que jugábamos antes. Cuesta, pero nos exigimos a full también por nuestra cuenta". Leo también guarda mucha gratitud por sus ex compañeros de la Liga Marplatense, que siempre mostraron solidaridad en la hora más difícil que atravesó. Hoy, habiendo superado todos esos obstáculos, va en busca de su sueño mundialista.

Reglas del fútbol para amputados

En esta modalidad se juega con siete jugadores. Los seis jugadores de campo son amputados de una pierna, mientras que el arquero es amputado de un brazo o puede tener una malformación en uno de ellos. Cabe destacar que no influye la altura y nivel de la amputación. Se juega con bastones canadienses que sólo son de apoyo. Es decir, no se puede tocar la pelota con él y los laterales se hacen con el pie. Se disputan dos tiempos de 25 minutos.