Al técnico xeneize se le vence el contrato en diciembre y el oriundo de Don Torcuato tendrá que tomar una decisión. ¿Qué va a poner en la balanza?

Más allá de lo ocurrido en el Trofeo de Campeones (con un bochornoso final), Boca fue el mejor equipo del año en el fútbol argentino. El Xeneize ganó la Copa de la Liga Profesional contra Tigre y la Liga, tras un final épico con Racing.

LEER MÁS: Larroque: “No sé si Cristina quiere ser candidata, lo que quiere ella es que el pueblo sea feliz”

Si bien para muchos equipos esos logros (sólo la liga, ya que la Copa la ganó Sebastián Battaglia) significarían la renovación de contrato automática para su entrenador, en Boca aún no está definida la continuidad de Hugo Benjamín Ibarra al frente del primer equipo de la institución. El vicepresidente encargado del fútbol, Juan Román Riquelme, deberá hacer un análisis antes de esa decisión.

El oriundo de Don Torcuato fue quien eligió a Ibarra tras el despido a Battaglia. Y el Negro, tras un comienzo flojo, no paró de ganar. De estar en mitad de tabla, a ser campeón. Además, ganó el superclásico contra River y, en casi todos los partidos importantes, fue superior a sus rivales y ganó.

LEER MÁS: Polichismes a la gorra: Capítulo 7

En cuanto a resultados, el ciclo de Ibarra es inobjetable: Ganó el título más importante que disputó, el campeonato. Y lo ganó bien.

En lo que refiere al juego, eso puede torcer el análisis de Riquelme. Boca no demostró un gran nivel de juego, ganó muy pocos partidos para el recuerdo por goleadas o por ser abrumadoramente superior y el estilo estuvo muy lejos de aquellos entrenadores que hacen “jugar lindo” a sus equipos (todos ellos fueron menos que el Xeneize).

LEER MÁS: Zárate de fiesta: Defensores Unidos ascendió a la Primera Nacional

El último punto que en otro equipo no influiría pero en Boca puede causar molestia fueron los últimos partidos. El Xeneize cayó ante Patronato por Copa Argentina y no pudo conseguir un título que parecía estar en sus manos. Asimismo, perdió la final del Trofeo de Campeones con Racing.

Lo cierto es que Riquelme tendrá más de un mes para pensar en qué será lo mejor, según su visión, para su equipo. Ibarra cumplió con creces en resultados, pero la Copa Libertadores sigue siendo la obsesión de Boca.