Paula Palacios, mamá de uno de los jóvenes heridos por la policía bonaerense en Loma Verde brindó a El Bonaerense más detalles del terrible momento.

En diálogo con El Bonaerense, Paula Palacios, mamá de uno de los jóvenes que sufrió violencia policial en Loma Verde y dueña de la casa a la que la policía ingresó sin orden judicial, denunció que los efectivos "vinieron a matar".

El domingo pasado, alrededor de las 6 de la mañana, la Policía Bonaerense irrumpió en una vivienda del partido de Escobar, donde se realizaba una fiesta, y comenzó a disparar balas de gomas a los presentes. El terrible hecho de violencia policial y abuso de poder dejó a más de 15 personas heridas, incluso uno de los jóvenes podría perder su ojo derecho por culpa del impacto del proyectil.

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"Al final de la fiesta dos chicos se pelearon. Una mujer policía los separó a los tiros, uno quedó herido de gravedad en el piso y la mujer dijo que no lo iba a llevar a ningún hospital. Ahí nomás fui a buscar la camioneta y como pude cargué más heridos. Cuando salí para llevarlos a la salita, 20 policías se alinearon frente a mi casa y empezaron a disparar" contó.

"Los chicos se metieron adentro de mi casa, estaban todos tirados en el patio y la policía les apuntaba en la cabeza. Levanté a los heridos como pude, los cargué en la camioneta y los patrulleros se cruzaron y no me dejaban pasar. Les pedía por favor, y ellos se reían y fumaban, estaban re falopeados" continuó relatando.

Además, Palacios cuestionó que las ambulancias nunca llegaron: "Fui y vine hasta el hospital un montón de veces, no paraba de llevar heridos. Mi casa esta llena de disparos, tengo hasta los colchones con proyectiles".

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"Nadie vino a preguntar cómo estábamos, ni el intendente (Ariel Sujarchuk) ni nadie. La municipalidad recién este miércoles se acercó y porque yo lo pedí" cuestionó la madre.

Otro de los padres detalló que la causa se trasladó a la fiscalía de Campana, y que "por ahora hay que esperar a que citen a cada chico a declarar". Hasta el momento, 4 policías fueron separados del cargo y se les quitó el arma reglamentaría.