José María Rodríguez tiene 85 años y, tras el fallecimiento de su esposa, sólo quiere reunirse con sus hijos de su anterior matrimonio. Lorena, su vecina, le contó todos los detalles a El Bonaerense.

A causa de un ACV, prácticamente no puede hablar, pero hay algo en lo que sí se hace entender: quiere recuperar el vínculo con sus hijos. Esta es la historia de José María Rodríguez, un hombre de 85 años que vivió durante mucho tiempo en San Fernando, donde nacieron los dos nenes que tuvo con su anterior matrimonio. Ahora, en el último periodo de su vida, sólo tiene el deseo de verlos.

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Lorena Anahí, la vecina de toda la vida de este hombre y que lo quiere ayudar en la búsqueda, le contó todos los detalles de esto a El Bonaerense.

La historia de la desvinculación de él con sus hijos comenzó hace varias décadas, cuando José se separó de la madre de sus nenes y se mudó a Lanús con "Doña Ñata", su última pareja, quien hace poco tiempo falleció.

“Doña Ñata era muy reservada, no contaba mucho de sus vidas, lo poco que supimos es que ambos estaban casados y se separaron para empezar su relación”, comenzó explicando Lorena. Y agregó: “De José María nunca contaba mucho, tardamos en enterarnos que tuvo una familia antes”.

Sin embargo, desde el fallecimiento de Ñata, José parece sentirse más libre para buscar a sus hijos. “Desde ese momento, lo primero que se hizo entender es que busquemos a sus hijos”, contó Lorena. Aunque, tristemente “no recuerda de ninguna manera sus nombres ni el de la madre de sus hijos”.

Pese a las complicaciones, los vecinos de Rodríguez no pierden las esperanzas de reunirlo con sus hijos. Por un lado, porque las redes sociales pueden hacer magia. Y, por otra parte, debido a que no siempre estuvo tan lejos de darse ese encuentro...

Algunos años después del ACV que sufrió y que le quitó casi todo el habla y la memoria (hace alrededor de 25 años), un joven pasó por su casa de Lanús argumentando que era su hijo. No obstante, en ese momento no había nadie en la casa y tuvo que dejarle el número de teléfono anotado en un papel a una vecina, justamente a la madre de Lorena.

Pese a ese acercamiento, “Doña Ñata tiró el papel y pidió que nunca se le hable de eso a José”. En el mismo sentido, Lorena contó: “El chico nos dijo que ya había ido a la clínica a verlo pero que la mujer no lo dejó entrar”. Así, se frustró el intento por parte de los chicos.

Los vecinos, encabezados por Lorena, se acercaron a registros civiles y demás lugares para buscar alguna data de los hijos de José María pero no consiguieron nada por lo común de su apellido. De todos modos ahora, mediante las redes sociales, persiguen el sueño de volver a reunirlos.