El ex gobernador de Tucumán fue procesado por nueve casos. La decisión la tomó el juez Osvaldo Rappa, quien además lo embargó por 2,5 millones de pesos.

La Justicia procesó al exgobernador de Tucumán y exsenador nacional José Jorge Alperovich por el abuso sexual a su sobrina. El juez Osvaldo Rappa tenía un plazo de diez días para resolver la situación del exsenador, quien había declarado el pasado 20 de abril ante el Juzgado Criminal y Correccional 35. Allí, el político  rechazó los hechos por los que se lo imputaban.

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En este contexto, Rappa dictó el procesamiento del exmandatario por abuso sexual simple en tres oportunidades y abuso sexual agravado en seis. A su vez, se lo embargó por 2,5 millones de pesos.

Sin embargo, aún falta la reconstrucción de los hechos, los cuales continúan en investigación y se mantienen en reserva.

Cabe destacar que Alperovich había declarado en abril, durante una hora y media vía Zoom, en el encuentro se defendió de las acusaciones y después anunció en su cuenta de Twitter lo acontecido. 

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En este contexto, la salida del ex funcionario de “conspiración” en su contra, no sirvió para la justicia, por lo que la causa, que se inició en 2019, con la denuncia de su sobrina que era también su asistente se desarrolla a favor de la víctima.

Cuando la denuncia tomó trascendencia pública, Alperovich era senador nacional por el Frente para la Victoria (FpV), un cargo que se extendía hasta diciembre del año pasado. Pero debido a la bomba mediática y policial, el legislador decidió tomarse licencia y bajó su perfil. En 2019 intentó volver a la gobernación, pero fue derrotado en las urnas y quedó en el cuarto puesto.

La denuncia

En 2020, la sobrina del exgobernador escribió una carta en la que contó que Alperovich la violentó sexual, física y psicológicamente desde diciembre de 2017 hasta mayo de 2019. “Durante un año y medio sufrí violaciones a mi integridad física y sexual. El avasallamiento fue demoledor. Tanto que ni siquiera pude ponerlo en palabras. Él oscilaba libre y cómodamente en los tres escenarios ante los que me posicionaba: el familiar, el laboral y el del horror de la intimidad que me forzaba a vivir con él”, denunció la mujer.