La intendencia sigue dando de qué hablar y esta vez fue noticia por la nula señalización en las calles.

Al menos dos vehículos quedaron atascados como en arenas movedizas cuando intentaron pasar por las calzadas del centro que, sorpresivamente, tenían el asfaltado recién hecho. Sucedió que por querer hacer lo que corresponde, Leo Boto terminó perjudicando a los ciudadanos lujanenses. 

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En primer lugar, un auto. El vehículo quedó atorado sobre las calles Humberto y 25 de Mayo, mientras que una moto en Muñiz y Rivadavia, ambos conductores quedaron totalmente inamovibles debido al peso de los rodados y el piso con pavimento fresco.

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Resulta que el intento del Municipio de reparar las calles principales se volvió un doble gasto, no sólo para el jefe comunal sino también para los conductores que resultaron víctimas de las obras.