¿Hay algo más lindo que ver en vivo a tu selección ganar una copa del mundo? Para dos hermanos de Castelar sí, ya que no sólo vivieron los siete partidos de la Scaloneta en Qatar, sino que llevaron a la Zona Oeste del Gran Buenos Aires, la pelota con la que Lionel Messi le marcó el tercer gol a Francia.

Ignacio y Juan Soto son fanáticos del fútbol, desde chicos que miran mundiales y se obsesionan con ellos, es por esto que ambos soñaron con presenciar juntos una copa del mundo. El destino quiso que fuera en el país árabe, donde la Selección Argentina se consagró campeona del Mundial de Qatar 2022

Tras una serie de acontecimientos, los hermanos oriundos de Castelar, partido de Morón, se quedaron con el souvenir más preciado del partido disputado el 18 de diciembre en el Estadio Icónico de Lusail: el balón oficial.

El sueño de los hermanos Soto en Doha duró un mes, allí disfrutaron de una cultura nueva y tuvieron la posibilidad de ver 21 partidos en estadios, entre ellos los siete que disputó la Selección Argentina tras avanzar en la llave.

En comunicación a El Bonaerense, Ignacio relató que tras un reviente de Paulo Dybala con la intención de hacer tiempo al minuto 108 de partido -Argentina lideraba por 3 a 2-, la pelota cayó inicialmente a manos de un francés.

Al caer cerca de donde estaba ubicado Ignacio, el joven va en dirección a la pelota y observa que la policía de la FIFA iba en sentido a ellos. “Ahí es cuando encaro al francés y le digo que los oficiales le iban a pedir la pelota, por lo que rápidamente trata de sacarsela de encima para no tener problemas y me la da”, recordó.

Luego de la sencilla negociación con el hincha, Ignacio vuelve a su lugar, se saca una foto junto a la pelota y es increpado por la policía. “Cuando la FIFA se acerca, pensamos que nos la iban a pedir, pero Juan se sienta encima de la pelota”, dijo. 

Finalmente, el personal dijo que se la podían quedar, automáticamente la guardaron en su mochila y no la sacaron más para evitar cualquier tipo de inconveniente. La emoción era total, Ignacio y Juan acababan de ver a su selección salir campeona y llevaban consigo la pelota con la que el astro marcó uno de los goles más importantes de la historia del fútbol argentino. 

“Sentimos muchísima emoción. Mientras la teníamos guardada para que no nos la sacaran a la salida del estadio, tratábamos de compartir con familiares y amigos la alegría que teníamos”, manifestó Ignacio. 

La inolvidable anécdota siguió en el aeropuerto iniciando su viaje de vuelta, donde decidieron no correr riesgos y llevarla en la mano. Acto seguido, en el check-in, trabajadores de la aerolínea se mostraron interesados y comenzaron a hacer preguntas acerca de la pelota. 

“De a poco les fuimos dando información de que era la pelota del 3 a 2 y se volvieron locos, la información escaló tanto que uno de los managers se sacó una foto y le avisó al vicepresidente de la empresa que la pelota estaba en el aeropuerto de Doha”, dijo.

Y agregó: “Él también vino a sacarse una foto y ahí fue cuando el tipo decidió subirnos los boletos a business”.

Con la pelota en su poder, los hermanos de Castelar atrajeron el interés de coleccionistas y casas de subastas que deseaban adquirirla. “Algunos nos hicieron ofertas en dólares el mismo día del partido, y un jeque árabe nos hizo una oferta en Qatarí. Por ahora la pelota la tenemos nosotros y si la vamos a subastar o vender, va a ser una decisión en conjunto con la familia”, cerró.

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