Tras correr en la Vuelta a San Juan, el ciclista y ex futbolista habló con El Bonaerense.

El ciclismo no es un deporte fácil, para nada. Menos aún si el ciclista tiene un puesto de trabajo que le requiere mucho esfuerzo físico. Sin embargo, Rodrigo Cornero, un mecánico de General Rodríguez, lo logró hacer y ya llegó a correr en grandes competencias. Tras correr la vuelta a San Juan, dialogó con El Bonaerense.

LEER MÁS: Exclusivo: El grupo solidario que organizó una campaña fuera de lo común para el inicio de clases

Tal vez muchos vecinos conocen al joven de 27 años por su trabajo en el taller ubicado en Avenida Italia, General Rodríguez, donde trabaja con su papá. No obstante, tanto en ese taller como en su vida, “se respira ciclismo”.

Su pasión por el ciclismo surgió luego de dejar el fútbol, donde tuvo un paso por las inferiores de Flandria, Colón, Huracán y otros clubes. De hecho, hasta llegó a primera división, aunque nunca pudo firmar un contrato estable.

“Decidí dejar el fútbol y venir a trabajar al taller. Empecé a engordar, subir kilos y seguí los pasos de mi hermano y mi viejo que ya eran ciclistas. Lo hice sobre todo para hacer algo yo, porque no quería saber nada con el fútbol”, reveló.

De a poco, Rodrigo comenzó a meterse más y más en el deporte y arrancó a correr en MTB (mountainbike). “Me fue bien en las primeras carreras de debutantes. Gané varias carreras, salí tercero, quinto, siempre ahí”, expresó. Con eso, claro, comenzó una pasión. “Eso me despertó un amor que no conocía”, explicó.

La última Vuelta a San Juan

Tras esto, se compró una bici rutera y de ahí no paró hasta ahora, donde corre competencias grandes, como la Vuelta a San Juan. En este tipo de carreras comenzó hace dos años, cuando sacó la licencia necesaria para esto.

Y dio detalles sobre su desempeño: “Yo quería mejorar lo que había sido el año pasado, ése era mi objetivo. El año pasado había terminado 100 en la general y habíamos largado 193. Esta vez compitieron 189 y en la primera etapa andaba muy bien”.

“La primera etapa me sacaron poco los punteros, y la segunda etapa que era crono escalada de 10 km en subida y la terminé 22”, explicó.

Así, el joven ex futbolista y mecánico terminó corriendo el campeonato bonaerense en dos ocasiones, la vuelta a La Pampa, dos campeonatos argentinos y muchas más carreras importantes. “Hoy en día hay muchísimo nivel, hay que prepararse mucho para correr. Sobre todo en esta de San Juan que fui a correr ahora”, sostuvo.

LEER MÁS: Aberrante: Una nena de 21 días fue abusada y asesinada por sus padres en La Matanza

“La vuelta a San Juan creció mucho estos últimos años. Va gente de todo el país y viene gente de otros países. Es la carrera por etapas más grandes que hay hoy en día en el ciclismo máster”, explicó.

Sin embargo, tuvo poca suerte en la tercera y cuarta etapa y se alejó de su meta. “Conecté muchas caídas, tuve que salir a perseguir al pelotón y eso es un desgaste grande. Por suerte la terminé en el pelotón, pero me hubiese gustado terminar más adelante”, expresó.

Ser mecánico, una ayuda y complicación a la vez

Cornero contó que ser mecánico le da alguna ventaja en su deporte. “Me ayuda a entender cómo funciona en sí la bicicleta, poder arreglarla yo, entender la mecánica de la bicicleta”, aseveró.

Sin embargo, tiene un punto en contra muy fuerte: “Me desgasta mucho ser mecánico ya que estoy de 7 a 16 parado, moviéndome de un lado al otro. Eso desgasta las piernas y a la hora de entrenar pasa factura. Pero es lo que me toca y no me queda otra, ja”.

De todos modos, en el taller lo entienden y acompañan, sobre todo mostrando interés. “Mi viejo, el taller y la bici van de la mano. En el taller se habla de ciclismo, antes y después de la carrera, los planes, cómo estamos, todo. Nos llevamos muy bien y hay mucha gente del ciclismo que trae su vehículo a nuestro taller. Se respira ciclismo en el taller”, expresó.

LEER MÁS: Bronca en Marcos Paz: Denuncian impuestos más altos pero condiciones de vida peores

“Mi viejo mismo es muy apasionado, hasta nos pide más de lo que podemos llegar a lograr jaja. Tenemos que ponerle los pies sobre la tierra, porque el ciclismo lleva una preparación muy dura y con el taller eso es difícil”, reveló.

De hecho, Rodrigo trabaja de 7 a 16 en el taller y tan sólo media hora después ya está junto a su grupo de entrenamiento, para pedalear entre una hora y media y tres horas.

En esto, claro, tiene un gran respaldo de su novia. “Me aguanta, es de fierro, no es fácil aguantar a un ciclista, ja. Quizás hay días que vuelvo después de 12 horas a casa, cansado”, resumió entre risas.

La dificultad de entrenar en ruta

La pelea entre los conductores de autos y los ciclistas es algo constante en el conurbano. “Salimos a entrenar a la ruta y no es fácil, quizás piensan que los queremos molestar a ellos, no sé, pero no se dan cuenta que atrás de un ciclista hay una vida y una familia que nos espera”, reflexionó.

“Tratamos de no molestar, porque entendemos, pero también queremos que nos entiendan a nosotros”, expresó. Y agregó: “Salimos en grupo, con amigos y con mis hermanos Fede y Eze y mi viejo. También porque hay robos, está muy peligroso, pero es el deporte que elegimos”.

“Quiero generar conciencia sobre eso”, finalizó.