Vive en “los monoblock” de La Matanza y escribió varios libros sobre distintas culturas del conurbano, con una presencia fuerte en el hip hop.

“Tengo 48 años, vivo en La Matanza, trabajo en dos universidades y me dedico a investigar y escribir sobre el conurbano. Soy cientista social, un simple escritor al que el conurbano le da curiosidad porque es el lugar que ama”. Así se presenta rápidamente Martín Biaggini.

“Nací en el conurbano, soy del conurbano y me siento del conurbano, las tres cosas, que no siempre coinciden”, comenzó explicando rápidamente, apenas levantó su teléfono para responderle a El Bonaerense, en su vivienda ubicada en “los monoblock”.

Martín es graduado universitario y docente investigador. Además saca fotografías y tiene un gran talento para la escritura. Todos sus conocimientos los orientó hacia un lugar: las culturas del conurbano, haciendo foco en el rap y el hip hop, siempre desde una observación participante (sacando fotos y videos en los lugares).

“Lo investigo desde la academia, o sea desde la universidad y con documentales. Siempre lo hago con el conurbano como objeto de estudio. Mis libros hablan de eso”, explicó. Tal es así que sus primeros libros hablan justamente de cómo se formaron los barrios del conurbano.

Alto Guiso, por ejemplo, habla sobre la poesía en el conurbano. Otro es Paredes del Conurbano, que hace referencia a los grafitis, los murales y la pintada, cómo hablan las paredes del conurbano. “Hice todo eso y ahora en mis últimos trabajos hablo del rap”, relató.

Biaggini llegó a la cultura del hip hop mientras investigaba sobre poesía del conurbano, cuando le tocó hacer la parte histórica del libro Alto Guiso. “Cuando empecé a pensar cuál era la poesía actual de los barrios, termino el texto introductorio diciendo que la poesía de los barrios era el rap, porque estaba realmente en todos los barrios”, sostuvo.

Y agregó: “En 2015 empezaba a ver qué había rap en todos los barrios y por eso desde ese año a esta parte no hago otra cosa que investigar sobre el hip hop: breakdancers, grafitis, DJ"s, raperos y demás de todo el conurbano”. Como resultado de esto, claro, surgieron los artículos y los libros, como Rap de Acá y Cinco Mil Disparos (este último de fotografías).

Claro, es que Martín no sólo se destaca por sus grandes investigaciones y su pluma, sino también por su ojo, su lente, su fotografía. “Estudié cine en los "90 y en el primer año empezás a sacar fotos, me encantaba todo lo blanco y negro, esa estética”, explicó.

Sobre la escritura, dijo: “Desde chico escribía cuentos, poesías y ahora más ensayos, académicamente quizás. La gente que lee mis libros es muy variada: desde raperos hasta gente curiosa. Yo he donado libros a las cárceles incluso, donde el tema del rap interesa también”.

Asimismo, hace ya un tiempo comenzó a meterse en los documentales. Uno de los dos últimos se llama “Los Residentes: rejunte de rap”, que habla de cinco raperos de distintos barrios que se juntaron para hacer un tema. “La verdad que mi libro recorrió el mundo”, dijo con alegría.

Y agregó: “El segundo se llama "Un mural para Dios", que es la historia de un grafitero que pinta la cara de Maradona en un barrio. Ahí cuento, en una enografía, cómo ese barrio hace una fiesta para recibir al grafitero muralista”.

“Veo muy auténtica y muy de calle a la cultura de hip hop en el conurbano. Acá se siguen haciendo las fiestas al aire libre. Hay una comunidad, el hip hop sigue firme, con sus cuatro elementos: rap (mc"s), grafiti, breakdance y DJ"s. Está más vivo que nunca”, finalizó.