El Bonaerense habló con Paula Alvarado, referente que defiende el único espacio de memoria indígena reconocido en provincia.

Durante muchos años en la Argentina las clases dirigentes y los especialistas en el tema creyeron que los pueblos originarios habían desaparecido. Sin embargo, con el tiempo se demostró que esto no era así y se empezaron a auto reconocer y agruparse como comunidades para, luego, ser reconocidos.

En ese contexto surge la comunidad indígena multiétnica Tres Ombúes, formada por integrantes de distintos pueblos indígenas: querandíes, diaguita, coya, quechua, guaraní, aimara, COM y de otros pueblos, que se ubican en el actual territorio del partido de La Matanza.

Paula Alvarado, su referente, habló con El Bonaerense y contó todos los detalles de esta comunidad única que ya logró conseguir varios derechos, entre ellos el reconocimiento del lugar ancestral y de memoria que tanto les cuesta defender año a año.

“Esta comunidad toma el nombre por la sangre derramada en el río, en el genocidio iniciado con la batalla del corpus christi en 1536 y que continúa varios años después con las posteriores invasiones españolas. Todo eso ocurrió en el territorio que hoy se conoce como Ciudad Evita”, comenzó relatando la mujer.

Y profundizó la historia: “En esa zona, en el río, estamos nosotros, donde hay vestigios del patrimonio pasado. Para nosotros es un espacio de resignificación de la memoria”.

En el mismo sentido, sostuvo: “Es un espacio ceremonial que desde hace años se protege, desde la construcción de la autopista Richieri. La autopista modifica su recorrida para no tirar los ombúes. A partir del 2003 aproximadamente comenzaron a hacerse más habituales, pero fue desde siempre”.

El proceso para crear esta comunidad indígena multiétnica surgió en los primeros años de la década del 2000, pero fue recién a partir del 2014 cuando se empezó a hablar de la personería jurídica, que hace legal la presencia de una comunidad indígena.

“Es un derecho que necesitábamos. A partir de ahí surgieron un montón de luchas, ya que en el registro no hay documentos para comunidades multiétnicas. Nosotros seríamos la primera”, explicó Paula.

La principal lucha de Tres Ombúes es la reivindicación y defensa de los derechos de la comunidad. “Queremos hacer un lugar de patrimonio arqueológico y cultural del lugar. Es un sitio sagrado. Los rostros, los apellidos y hasta el idioma de muchos compañeros dan cuenta de esto. Yo, por ejemplo, hablo una lengua indígena. Estamos en proceso de auto reconocimiento”, reveló.

“Lo más bello que nos pasó fue ser reconocidos por las cosas que estamos haciendo, que logramos algo único, que se reconozca nuestro lugar como territorio de memoria indígena. Pero lo más difícil es defender nuestro lugar. Si bien hay una cautelar para que no se construya nada aquí, hay empresas inmobiliarias que construyen igual. En 2018, en Barrio Puente 13, murió un compañero por esto”, finalizó.

Actividades diarias:

“Nosotros hacemos actividades muy variadas. Hacemos reivindicación de las distintas cosmovisiones de los distintos pueblos que conforman nuestra comunidad. También hacemos talleres de música, de chicha, de cerámica, de huertas, de historia y muchas cosas más”, contó la mujer.

Y agregó: “Articulamos con organizaciones de derechos humanos de La Matanza en la mesa de la memoria. En nuestro caso, además del 24 de marzo, reivindicamos el 12 de octubre como el último día del genocidio indígena”.