Rubén Pedro Pastorini es un hombre de 52 años que desde muy joven es fanático de Spiderman, sin embargo, lo que nunca imaginó es que ese personaje daría un vuelco a su vida y la cambiaría para siempre.

A finales de 2017 empezó la aventura de Rubén, que sin pensarlo estaría a un paso de dar un giro a su rutina y de una manera poco habitual entre la sociedad de hoy: la solidaridad.

Todo empezó cuando Pastorini decidió incursionar en el mundo de las motos, e impulsado por su mejor amiga se compró una Zanella Vintage de color roja.

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Resguardandose de la inseguridad, que ya es moneda corriente en el Conurbano, prefirió no salir en solitario y en cambio, eligió buscar grupos de motorizados para salir "en caravana", y fue allí donde encontró su lugar: el club de motos Kawaclub, que está liderado por Fernando Rivera.

"Empecé a buscar grupos de motos y encontré este -por Kawaclub- en el Facebook. La verdad es que vi en las fotos cada nave espacial que sentí que mi moto no estaba a la altura, pero en seguida me contestaron un mensaje diciéndome "para lo que hacemos nosotros no hay ni color, ni marca, ni modelo, nosotros lo que hacemos es sacarle una sonrisa a los niños" y allí empezó todo, al principio no era el hombre araña, pero fue gracias a eso que me hizo clic la cabeza", detalló Pastorini en diálogo con El Bonaerense.news.

Así las cosas, Rubén contó que en vísperas de 2017 participó oficialmente de la primera caravana en el club de motos, en ese evento, cientos de motorizados visitaron el Hospital Garrahan para entregar juguetes y alegrar el día de los pequeños internados en ese lugar.

Allí, Ruben Pastorini observó la alegría que generó en los niños ver a alguien disfrazado de Papá Noel, y fue allí donde su idea nació: "Yo también quiero hacer eso, darle alegría a los chicos y su vez recibir ese amor de y abrazo de los chicos, entonces ¿por qué no me empiezo a disfrazar? Ahí es cuando me cae la ficha a mí".

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Con su cabeza dando vueltas, Pastorini admite que esa noche no durmió pensando en materializar la idea, y por ello, a la mañana siguiente se decidió y fue en la búsqueda de un traje de su personaje favorito: Spiderman, el hombre araña.

Conseguirlo no fue fácil, y tras más de nueve meses consiguió su primer disfraz de Spiderman. Desde entonces, Rubén dejó de ser Rubén y ahora es oficial y popularmente "el Spiderman del Oeste".

"Lo del traje fue todo un parto... Patricio, un amigo, fue el que me consiguió el traje. El primer día que me lo probé fue un martes, un día horrible, lluvioso, pero ese día me cambió la vida, sabía que eso era lo que quería, mi traje de Spiderman".

Esa misma semana Rubén se convirtió en Spiderman y salió a su primera caravana disfrazado, en esta ocasión, para regalar sonrisas por el Día del Niño.

"Llegamos al Hospital Garrahan y me dicen que era yo el que iba a entregar los juguetes a los chicos internados. Yo temblaba... Salió la primera nena, se llamaba Martina, no me olvido más el nombre... Le doy una muñeca y me abrazó tanto que me juntó los huesos, fue muy fuerte para mí y dije "fua" y sí, ahí empezó todo", cuenta el Spiderman del Oeste, que ya ha tenido que pasar por nueve trajes del hombre araña por el desgaste y uso de los mismos.

"Tengo que ir renovando los trajes porque se gastan, de hecho fijate -muestra un agujero en su manga-, los chicos me han mirado algún detalle y yo les digo que eso es producto de las luchas que ha tenido el hombre araña", dijo entre risas Spiderman del Oeste.

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"Creo que usó más el traje de Spiderman que el propio protagonista de la película", aseguró Rubén, y agregó: "Estos trajes tienen de todo, abrazos, risas, llantos, apretujones".

La popularidad del Spiderman del Oeste es extrema, cada cuadra que hace por las calles de Ramos Mejía, El Palomar, Haedo, Caseros y aledaños, es una odisea, pero que él disfruta al máximo: grandes y chicos piden fotos, videos e incluso los que van en auto se asoman por sus ventanillas a los gritos de "hombre araña".

"No me asombra mi popularidad en los niños porque al ver un personaje los chicos se alegran, pero sí me asombra de la gente adulta, hay gente grande que de repente vienen y me dicen "dejame sacarme una foto porque Spiderman es el ídolo de mi infancia"", dijo Rubén.

A su vez, Pastorini asegura que a sus 52 años se siente muy vital y que se seguirá poniendo el traje "hasta que me dé el lomo, porque es lo que me hace feliz y hago feliz a muchos niños que pasan un momento crítico, por eso lo que yo trato de hacer es acompañarlo en todo lo que pueda y sanar un rato esa tristeza".

Anteriormente, Rubén trabajaba lavando autos en el Oeste, pero Spiderman le cambió la vida y ahora puede vivir de lo que más le gusta: ser el hombre araña.

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"Spiderman paga impuestos", dice entre risas, por lo que ofrece sus servicios para eventos, fiestas de cumpleaños y más. Sin embargo, hizo una aclaratoria:

"Para mi lo principal es la solidaridad, además de ir con el club de motos a los hospitales, yo siempre estoy a disposición de cualquier nene que esté atravesando una situación de enfermedad, a esos chicos los visito y les alegró el día sin ningún costo y mis redes sociales y teléfono están allí para quienes necesiten que Spiderman vaya y le alegre el día a esos nenes", aclaró.

Su moto, otra historia:

La moto del Spiderman del Oeste también tiene su historia, esa Zanella Vintage de color roja dejo de ser un vehículo común para convertirse en "La Félix".

"Mi moto se llama Félix, que es mi ángel de la guarda...", contó.

Y siguió: "Yo visité a un chico llamado Félix, ese niño tenía cáncer, le dieron un mes de vida y yo lo fui a ver en plena pandemia... Estuvimos de risa en risa, jugando y a la semana me llama la mamá diciéndome que murió. En ese momento sentí que se me cayeron dos edificios encima, pensé en colgar el traje, pero luego mis familiares y amigos me dijeron que siga en esto por los otros tantos chicos que sí están".

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A su vez, agregó: "Así que en honor a Félix mi moto se llama como él. Ahora la gente del Oeste cuando me ve y no ve la moto no me pregunta dónde está la moto, sino que me dicen "y La Félix dónde está"".

En redes sociales, el Spiderman del Oeste está como: Spidermandeloeste. Su teléfono de contacto también está a disposición de la gente: +5491137626502.

Al finalizar, Spiderman del Oeste se sacó la máscara y contó que cuando deja el traje es "un hombre común y corriente, con siete sobrinos que amo y una familia hermosa".

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