Hace diez años en el barrio San Alberto de Isidro Casanova, una vecina de La Matanza motivada a ayudar a quienes más lo necesitan, creó el merendero Los Niños Felices, un espacio destinado a dar comida y contención.

Los merenderos cumplen un rol fundamental en la lucha contra la desigualdad y el hambre. Es por esto que María Teresa, más conocida en el barrio como Cataleya, se levanta día a día y nutre a decenas de familias que pasan por Ibarrola al 6000.

En comunicación con El Bonaerense, Cataleya (49) dijo que comenzó ofreciendo la merienda a cuatro o cinco chicos que se encontraban solos y en situación de calle. “La gente del barrio vio lo que hacía y se sumó a colaborar conmigo”, relató.  

El interés de los vecinos que se acercaron a ayudar fue lo que en un primer momento la motivó a seguir con Los Niños Felices. “El merendero se me hizo grande y hermoso. Mi lucha diaria para conseguir los recursos y no descansar, está imparable”, expuso. 

En este sentido, dijo que el amor que le pone es uno de los pilares elementales para que el merendero siga en pie después de su improvisada creación hace más de diez años.

Actualmente, el merendero está abocado a la ayuda de niños y adultos brindando asistencia, contención, comida y viandas: “Los Niños Felices trata de ayudar a las familias más necesitadas dentro de lo que podemos. Asisten muchas familias y cada vez se suman más debido a la necesidad económica y emocional de nuestro país”, detalló.

Sin embargo, éste se sostiene únicamente gracias a las donaciones que los mismos vecinos acercan al lugar y sostuvo que precisa una ayuda activa por parte de las autoridades del Municipio para facilitar su labor.

Los interesados en colaborar con cualquier tipo de donaciones para el merendero Los Chicos Felices, deberán contactarse con Cataleya mediante su número de teléfono 1122846025, o a su cuenta personal de Facebook, Cataleya Chavez.

“Es hermoso cuando la gente se acerca a colaborar y se suma para hacer algo tan lindo como es ayudar al prójimo”, cerró.

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