Tener un local gastronómico en la actualidad no es tarea fácil, sin embargo Doble H demuestra que con esfuerzo, compromiso y ayuda todo es posible. Aún más siendo parte de la comunidad de Haedo.
Fueron muchas las dificultades que tuvieron que atravesar como comercio, entre ellas el cierre por la pandemia y el reciente incendio del local. A pesar de todo, Pedro, uno de los encargados explicó que gracias a las redes que construyeron en el barrio, pudieron salir adelante.
Es por esto que los cuatro socios que integran Doble H, decidieron homenajear y honrar a su barrio de pertenencia nombrando a la marca como tal y añadiendo un plus en su menú, ofreciendo su carta de hamburguesas con el nombre de las principales calles de la localidad.
A prueba y error, el comercio nació hace más de tres años y medio en Perito Moreno al 70: “Al principio no teníamos experiencia sobre cómo llevar a cabo un local gastronómico, pero fuimos creciendo a puro pulmón”, relataba Pedro a El Bonaerense sobre sus inicios en el mercado.
Respecto a su relación con el barrio, Pedro precisó: “Somos chicos comprometidos con el barrio, de hecho -antes de poner la hamburguesería- teníamos un Centro Cultural llamado La Doña”. Y agregó: “Al ser todos de Haedo y tener amigos de acá, queríamos hacer algo en conmemoración por Haedo”.
Ellos están en todos los detalles, y día a día buscan aportar su granito de arena al barrio que los vio crecer: “Tratamos de que nuestros proveedores sean de la zona para que se genere un circuito productivo que permita fomentar el intercambio comercial, favoreciendo a los diferentes comercios del barrio”, puntualizó.
Además dijo que constantemente tratan de tejer lazos para dar una mano y ver de la manera en la que pueden colaborar. “Intentamos estar presentes en la comunidad”.
“Doble H es un comercio muy de barrio bancado por la misma gente del barrio y es un espacio que no deja afuera a nadie”, explicó. “Tratamos de generar un clima cómodo para que todo el mundo se sienta aceptado”, agregó.
La situación económica actual del país pone en jaque a muchos locales gastronómicos y hace que los costos de producción se trasladen a los precios finales, algo que Doble H surfea día a día.
“Tratamos de mantenerlos la mayor cantidad de tiempo posible para poder ofrecer un producto de calidad y estable en cuanto al precio para los clientes. Tenemos muchos clientes regulares que son del barrio, que tiran buena onda y que siempre nos demuestran que están conformes”, sostuvo.
Por último, Pedro remarcó la importancia de la ayuda que le brindó la comunidad de Haedo para poder afrontar el incendió que sufrió el local en agosto del 2022. “Recién a finales de noviembre pudimos volver a abrir y desde ese momento notamos, poco a poco, un buen progreso”.
Aunque falten cosas por hacer, Pedro dijo que siempre están tirando para adelante “confiando en que vamos por el camino en el que queremos ir, y por donde la gente nos demuestra que debemos ir”, cerró.
