Así bautizaron los vecinos de LaFerrere a Adrián Corvalán, porque todos los días, sin falta, lleva comida y amor a perros y gatos abandonados.

Desde hace 13 años, el vecino de La Matanza recorre las calles del partido llevándole alimento y cariño a perros y gatos que se encuentran en la calle.

“Llueve, truene, haga calor, salgo igual, pero en realidad mi amor por los animales esta desde que soy muy chico, siempre llevaba comida para darle a los animalitos que veía en la calle”, cuenta Adrián en charla con El Bonaerense.

Todos los días sin falta, Adrián toma su bicicleta y sale a recorrer el barrio con la olla y vianditas para cada animal que se cruce en su camino.

“Ellos me esperan, no piden nada a cambio, son fieles, con una caricia te devuelven todo, esa es mi motivación y también es una terapia para mí porque recibo mucho cariño de su parte”, expresa el vecino.

Lo va buscando uno por uno. “Los encuentro en diferentes lugares como bancos, plazas, estaciones de tren. No están siempre en el mismo lugar, se van moviendo, yo los tengo que buscar. Hasta que no coma el último no me voy, vuelvo las veces que sea necesaria para darles de comer a los que faltan”, dice.

Adrián trabaja haciendo changas y en el sector de limpieza. Todo lo que hace por las mascotas va de su propio bolsillo y lo que le donan algunas personas. “Todos los días me aparecen perros nuevos, siempre tengo que llevar comida de más, la gente los abandona todos los días”, agrega.

“Hasta hace un tiempo me encargaba de todo yo solo, pero hace un año me ayuda mi pareja, a llevar y hacerles la comida, de beber, también curo a los animales, de todo un poco”, explica.

La cifra ya alcanza los 120 animales, tanto perros y gatos, y además de esto, Corvalán se encarga de sus propias mascotas y la de sus vecinos. “Tengo ya 20 perros y 7 gatos rescatados de la calle”, dice el vecino.

Actualmente, Adrián está usando de 4 a 5 kilos de arroz por día, y de 6 a 8 kilos de menudo. Es por esto que necesita la ayuda de más personas ya sea donándole a su Mercado Pago CBU 0000003100050618203092 como aportando también con bandejas de plástico, fideos, arroz o menudo.

Además, por los viajes que realiza y el peso de la olla y bandejas que lleva consigo, su bicicleta está en malas condiciones y necesita una nueva. Al aparecerle más animales todos los días, su olla “le quedó chica” y necesita una más grande y nueva.