La joven le había dado un tiro en la cabeza. 

Un jurado popular decidió condenar este jueves a cadena perpetua a Gabriela Moreira por el homicidio de su esposo, el empresario Rolando Josué Nusbaum, ocurrido en agosto de 2019 dentro de una mansión de Open Door.

La defensa de la detenida deseaba probar que ella actuó bajo emoción violenta debido a la violencia de género que padecía por parte de su marido durante años. Sin embargo, los doce jurados votaron por unanimidad que sea considerada culpable por el delito de “homicidio calificado por el vínculo, alevosía y agravado por el uso de arma de fuego”.

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“No logro entender cómo ninguna de las seis jurados mujeres empatizó con ella”, confesó el abogado defensor, Pablo Becerra, a TN, aunque reconoció que “Era un fallo muy difícil, había que estar en los pies de ellas. Tenía que darle carta blanca a una persona que mató al marido. Era una causa bastante complicada”.

Por su parte, la hija de la víctima, en declaraciones televisivas manifestó que “Lo mató por una casa, perdí al hombre de mi vida porque esta persona se quería quedar con una propiedad”.

El caso

Todo ocurrió el 12 de agosto de 2019 en una casa de “La Ranita”, donde vivía el matrimonio y sus dos hijos, un adolescente de 16 años y una nena de 9, que dormían en la planta alta.

En su primera declaración ante la policía, Moreira intentó simular un robo pero la policía halló en un campo la pistola utilizada y celulares, además, el resultado positivo del dermotest (la técnica para detectar restos de pólvora en una persona) obligó a que la mujer confesara el crimen,

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El cuerpo de Nusbaum estaba acostado en la cama, tapado con sábanas y sin signos de defensa, los forenses determinaron que fue asesinado mientras dormía. “Ella se despertó y le pegó un tiro en la cabeza, tan simple como eso”, sostuvo en una entrevista con Télam el abogado Sergio Dubove, quien junto a su colega Germán Camps representaron a la hija de la víctima.