La familia de la víctima descubrió su embarazo en la semana dieciséis ya que la chica se encuentra en silla de ruedas y no tiene lenguaje. Ante esto, tuvo que abortar y se evalúa un  ADN para dar con el violador.

Erika tiene 34 años y posee síndrome de Landau Kleffner y distrofia muscular de Duchenne Becker, enfermedades degenerativas que afectan directamente a su cuerpo e impactan en sus funciones mentales y motrices.

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La joven permanece internada en un centro de rehabilitación hace más de 15 años. El mismo se llama «Proyecto de Vida» y está ubicado en la localidad de La Reja, partido de Moreno. Desde el lugar, dieron una insólita noticia a la familia. Erika estaba embarazada.

A consecuencia, la chica fue sometida a un aborto en el hospital Posadas mientras que se ratifico una denuncia en la UFI Nº 8 del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez.

Por su parte, el feto será analizado para dar con el ADN del abusador aunque se estima un aproximado de al menos seis meses para llevarlo  a cabo. 

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Por otro lado, la familia de la víctima, en diálogo con TN, manifestó que “Nadie fue separado de su cargo. El Hogar sigue funcionando sin cambios”. Y peor aún, después de todo, Erika  tuvo que volver al Hogar Proyecto de Vida ya que es el designado por su obra social y requirieron dos días más para trasladarla a un nuevo destino.

“Ella estaba negada a entrar, no quería. Así que yo me llevé un bolsito y me quedé con ella”, contó Clara, su madre, y agregó: “Erika no tiene lenguaje, pero sí ha sufrido. Aunque no tenga voz, nadie la va a poder callar. No habrá nada en el mundo que me haga callar. Lo que quiero es saber quién es el responsable o los responsables de que esto haya pasado. Aunque ella no se entere nunca”.