Todo lo que debes saber sobre la conjuntivitis

Dr. Nicolas Gonzalez

MN 126909

@drnigonza

La conjuntivitis es una afección ocular común que afecta a personas de todas las edades. Se caracteriza por la inflamación de la conjuntiva, la membrana delgada y transparente que cubre la superficie blanca del ojo y el interior de los párpados.

Esta afección puede ser causada por diversos factores, y existen varios tipos de conjuntivitis. En el consultorio de El Bona te vamos a explicar qué es, los diferentes tipos que existen y cómo diferenciarlos para recibir el tratamiento adecuado.

La conjuntivitis, también conocida como "ojo rojo," es la inflamación de la conjuntiva, que puede ser causada por diversos factores, como infecciones, alergias o irritantes.

Los síntomas comunes de la conjuntivitis incluyen:

1- Enrojecimiento del ojo.

2- Picazón o sensación de ardor.

3- Secreción ocular, que puede ser transparente, blanca, amarilla o verdosa.

4- Lagrimeo excesivo.

5- Sensación de cuerpo extraño en el ojo.

6- Sensibilidad a la luz.

Existen varios tipos de conjuntivitis, y cada uno tiene sus propias causas y características distintivas:

1- Conjuntivitis Infecciosa: Este tipo de conjuntivitis es causado por una infección viral o bacteriana. La conjuntivitis viral, como la causada por el adenovirus, es altamente contagiosa y puede propagarse fácilmente a través del contacto personal o superficies contaminadas. La conjuntivitis bacteriana, por otro lado, suele estar relacionada con la presencia de bacterias como el Staphylococcus o el Streptococcus.

2- Conjuntivitis Alérgica: Esta forma de conjuntivitis se desencadena por una reacción alérgica a sustancias como el polen, el polvo, los ácaros del polvo o ciertos alimentos. Los síntomas pueden variar de leves a graves y suelen estar asociados con picazón intensa y lagrimeo constante.

3- Conjuntivitis Química o Irritativa: Esta variedad de conjuntivitis se produce como respuesta a la exposición a irritantes químicos, como humo, contaminantes atmosféricos, productos químicos fuertes o agua clorada de piscinas. Los síntomas pueden ser similares a los de otras formas de conjuntivitis, pero suelen mejorar cuando se elimina la exposición al irritante.

Distinguir entre los diferentes tipos de conjuntivitis puede ser crucial para recibir el tratamiento adecuado. Aquí hay algunas pautas que pueden ayudarte a diferenciarlos:

Por lo general, la infecciosa se presenta con secreción ocular espesa y amarillenta. Puede afectar un ojo primero y luego propagarse al otro. A menudo, hay síntomas similares de resfriado o gripe.

La alérgica se caracteriza por picazón intensa, enrojecimiento y lagrimeo. Es común que las personas conozcan sus desencadenantes alérgicos, como el polen en la temporada de alergias.

Y en la irritativa, los síntomas suelen estar relacionados con la exposición reciente a un irritante conocido. Los ojos pueden sentirse irritados o arenosos, pero la secreción no es tan abundante como en otros tipos de conjuntivitis.

Ante la sospecha de una conjuntivitis, es importante tomar medidas adecuadas para aliviar los síntomas, prevenir la propagación de la infección (en caso de ser infecciosa) y garantizar una recuperación rápida. Aquí hay una guía paso a paso sobre qué hacer ante la sospecha de conjuntivitis:

1- Lavado de manos: Antes de tocar tus ojos o aplicar cualquier tratamiento, asegúrate de lavar bien tus manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos. Esto ayuda a prevenir la propagación de la infección.

2- No te toques los ojos: Evita frotar los ojos, ya que esto puede empeorar la irritación y propagar la infección si se trata de conjuntivitis infecciosa.

3- Retira las lentes de contacto: Si usas lentes de contacto, quitarlos inmediatamente y opta por usar anteojos hasta que tus síntomas desaparezcan. Las lentes de contacto pueden retener bacterias o virus y empeorar la afección.

4- Limpia tus ojos: Usa una solución salina o agua tibia para limpiar cuidadosamente tus ojos. Puedes hacerlo con un pañuelo de papel limpio o una gasa estéril. Limpia desde el interior hacia el exterior, sin frotar.

5- Aplicar compresas frías: Pueden aliviar la picazón y la incomodidad colocando compresas frías (no congeladas) sobre tus ojos cerrados durante unos minutos. Esto puede reducir la inflamación y el ardor.

6- Evita el contacto cercano: Si se confirma que tienes conjuntivitis infecciosa, es importante evitar el contacto cercano con otras personas, especialmente si son bebés, personas mayores o individuos con sistemas inmunológicos debilitados, ya que la conjuntivitis puede ser altamente contagiosa.

7- No compartas objetos personales: Evite compartir toallas, pañuelos, maquillaje o cualquier objeto personal que pueda entrar en contacto con tus ojos, ya que esto puede propagar la infección.

El tratamiento típico para la conjuntivitis puede incluir:

- Conjuntivitis viral: Generalmente, esta se cura por sí sola, y el tratamiento se centra en aliviar los síntomas, como el uso de lágrimas artificiales y compresas frías. Se pueden recetar medicamentos antivirales en casos graves.

- Conjuntivitis bacteriana: Por lo general, se trata con antibióticos tópicos en forma de gotas o ungüentos recetados por un médico.

- Conjuntivitis alérgica o irritativa: El tratamiento implica evitar los desencadenantes alérgicos o irritantes y el uso de antihistamínicos, esteroides o lágrimas artificiales según las indicaciones del médico.

El uso de té para tratar la conjuntivitis no es una práctica recomendada ni respaldada por profesionales de la salud. La conjuntivitis es una afección ocular que puede ser causada por infecciones virales o bacterianas, alergias o irritantes, y su tratamiento adecuado suele requerir enfoques específicos que no involucran el uso de té.