"¡Nos hundimos, nos morimos!", el dramático testimonio del sobreviviente al naufragio de Mar del Plata.

Ya van cuatro jornadas de búsqueda sin éxito en Mar del Plata, dónde se hundió una lancha pesquera con tres tripulantes. Se mantiene una búsqueda por mar y aire, a cargo de Prefectura Naval y la Armada Argentina, con la finalidad de encontrar al resto de la tripulación, identificada como Martín Parodi e Iván Kohen.

Sin embargo, uno de ellos pudo salvarse durante el naufragio, se trata de Nicolás Banza, de 37 años, que pudo ser rescatado por Prefectura Naval. El hombre estuvo más de 2 horas aferrado a la proa de la lancha, con temperaturas menores a 4°C y explicó lo que sintió al medio La Nación: "No puedo creer que estoy acá: cierro los ojos y siempre vuelvo al mismo lugar, sólo en el medio del mar. Solo quería darle un beso a mi hijo y despedirme".

Nicolás Banza, hasta ahora el único sobreviviente del naufragio

Banza también volcó hoy su testimonio ante el fiscal federal Santiago Eyherabide, con el fin de aclarar la situación para poder investigar a fondo y dar con el rescate. En este sentido, Banza contó que aceptó la invitación porque es un fanático de la pesca y nunca había vivido esa experiencia.

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La experiencia consistía en una pesca más profunda, sin utilizar cañas, sólo con tanza y anzuelo. Declaró que el día fue muy bueno y habían pescado bastante: "Volvíamos recontentos y pensábamos volver al otro día", explicó. El primer tramo de regreso se emprendió a las 17.21, justo para no perder el horario avisado por Prefectura para la vuelta al puerto.

Banza estuvo más de dos horas en el mar

A partir de ahí, comienza lo tenebroso para los pescadores, ya que Banza aclaró que tuvieron un problema con la bomba de achique, que con el tiempo se agravó. Además, indicó que se encontraron un volumen de agua dentro del casco que no pudieron resolver.

En esa circunstancia, Parodi, responsable de la embarcación, dio el pedido de auxilio y fue a buscar los chalecos salvavidas. De todas formas, la situación ya era irremediable, porque la lancha con todos los peces que habían recolectado se empezó a hundir en el agua.

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"Parodi fue a la cabina a buscar los chalecos y no lo volví a ver", expresó Banza ante el fiscal. A su vez, explicó que ante la difícil situación tanto él como Kohen tuvieron que saltar al mar: "Es tremendo ver a un amigo que se va, que lo perdés, que no lo podés ayudar", aseguró al medio La Nación.

Aún continúa la búsqueda de los tripulantes desaparecidos

Ambos habían saltado sin salvavidas, pero Banza tuvo la suerte de quedar aferrado a la proa de la lancha, lo que salvó su vida. En ese momento, perdió de vista también a Kohen e incluso explicó que "sentía culpa" ya que podría haber hecho algo, pero si lo intentaba podía perder la referencia de la proa y hundirse los dos.

Banza se trepó a la cima de la proa y la utilizó como una suerte de "boya" que lo sostuvo mientras esperó el rescate: "No pensé que se había llegado a hacer el llamado de emergencia", por lo que las horas para Banza fueron eternas.

Finalmente, manifestó que se encomendó a su hermano, fallecido hace algunos años y notó la presencia de un ave, que lo acompañó a pensar que no todo estaba perdido: "Pensé en todo momento que me iba a morir, por más que quería vivir, ver a mi familia, volver a casa".