El Vaticano publicó un documento para validar fenómenos paranormales y apariciones de la Virgen

La Virgen María, una figura central en la Iglesia católica, cuenta con millones de seguidores a nivel mundial. Sin embargo, su veneración ha sido aprovechada en ocasiones para perpetrar estafas relacionadas con supuestos fenómenos sobrenaturales y apariciones. Para abordar esta problemática, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe publicó un documento con nuevas directrices dirigidas a los obispos, con el objetivo de evitar fraudes y establecer criterios claros para la certificación de estos fenómenos.

Este documento fue elaborado por la Pontificia Academia Mariana Internationalis (PAMI), un observatorio dedicado al estudio de las apariciones y fenómenos místicos relacionados con la Virgen María en el mundo.

Instituida por el Vaticano en abril del 2023, la PAMI tiene la misión de analizar e interpretar diversos casos de apariciones, incluyendo lacrimaciones, locuciones interiores, estigmas y otros fenómenos místicos, ya sean actuales o pasados, que aún no fueron verificados por la autoridad eclesiástica.

Según el nuevo documento, ni los obispos locales ni la Santa Sede declararán si los fenómenos reportados son de origen sobrenatural ni los catalogarán como milagros. El cardenal Víctor Manuel Fernández, Prefecto del Dicasterio, aclaró que el nuevo procedimiento permite tomar decisiones más rápidas al mismo tiempo que se respeta la devoción popular.

El enfoque de estas nuevas reglas se centra en proteger a los fieles de posibles engaños, asegurando que las investigaciones sobre los fenómenos marianos sean más rigurosas y transparentes, y manteniendo la integridad de la devoción a la Virgen María.

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De esta manera, la Iglesia ejercerá sus deberes de discernimiento basándose en la constatación de signos de una acción divina en fenómenos alegados como sobrenaturales, la evaluación de posibles contradicciones con la fe y la moral en los escritos o mensajes de los involucrados, la apreciación de los frutos espirituales y la necesidad de purificarlos de elementos problemáticos o advertir a los fieles sobre riesgos potenciales, y la recomendación de que la autoridad eclesiástica competente realice su valoración pastoral.

La nueva implicación explícita del Dicasterio también se relaciona con la dificultad de circunscribir fenómenos que, en algunos casos, alcanzan dimensiones nacionales e incluso globales, "lo que significa que una decisión tomada en una Diócesis tiene consecuencias también en otras partes".

El Cardenal Fernández señaló que la decisión de modificar las normas sobre cómo se manejan estos fenómenos se basa en la experiencia acumulada durante el siglo pasado. En ese periodo, hubo casos en los que obispos locales o regionales declararon rápidamente la naturaleza sobrenatural de ciertos fenómenos, solo para que el Santo Oficio posteriormente tomara una decisión diferente. Estos procesos de investigación eran largos y complicados, requiriendo un discernimiento exhaustivo para evaluar todos los elementos y llegar a una conclusión sobre la naturaleza sobrenatural o no sobrenatural de los fenómenos.

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El documento actual fue aprobado por el Papa Francisco el 4 de mayo y tiene como objetivo permitir decisiones más rápidas, respetando la devoción popular y garantizando una evaluación más transparente y eficiente de los fenómenos marianos.

El enfoque ahora es evitar declaraciones prematuras sobre la naturaleza sobrenatural de los fenómenos y centrarse en ofrecer respuestas pastorales inmediatas que protejan a los fieles de posibles fraudes y aseguren la integridad de la devoción de la Virgen.