"El arte me salvó la vida": Soledad, la artista y vecina de Monte Grande que pinta por todo el conurbano

Soledad, más conocida como "Sol Gris", es una artista de 44 años que encontró en el arte su forma de expresión y de vida. Originaria de Monte Grande, partido de Esteban Echeverría, Soledad deja su huella en murales no sólo en su ciudad sino en otras partes del conurbano. El Bonaerense charló con la artista y le contó su historia.

"El arte siempre estuvo en mi vida, en mi familia hay mucho arte", cuenta Soledad. "Mi mamá cantaba tango en peñas, mi hermano es músico, y mi hermana mayor hacía teatro". Aunque el arte la rodeaba desde su infancia, su amor por la pintura no llegó hasta los 35 años. "De chica hice teatro muchos años y siempre dibujé, pero descubrí mi pasión por la pintura cuando empecé el profesorado de arte. Arranqué a pintar a los 35 y ya no me detuve", explica.

"Sol Gris", es originaria de Monte Grande, partido de Esteban Echeverría. Soledad deja su huella en murales no sólo en su ciudad sino en otras partes del conurbano. El Bonaerense charló con la artista y le contó su historia.: vivió en situación de calle y hoy en día cuida a su madre y a su hija

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Desde entonces, Soledad hizo más de 800 obras, entre dibujos a lapicera, acuarelas, óleo pastel, cuadros al óleo, muebles intervenidos, ropa pintada y, claro, sus murales, que ya suman más de 30. "Mis murales son como mi regalo a los vecinos de Monte Grande y toda la comunidad. Es mi granito de arena en el mundo", dice con orgullo. Sus creaciones pueden verse en Chascomús, Córdoba, San Justo, El Jagüel, Ezeiza, Temperley y, principalmente, en su ciudad natal.

"Mis obras son mujeres, mis nenas, como les digo yo", describe Soledad. "Ellas expresan emociones, estados de ánimo, y las hago en distintos formatos y materiales". Además, la artista confiesa que el tiempo que le lleva hacer un mural varía. "Algunos me llevan cinco horas, otros más, otros menos. Pero lo importante es que me inspira todo, la vida en general. Soy una apasionada de la vida, amo pintar y pinto todo lo que puedo".

Uno de los murales, ubicado en Canning

Sin embargo, su vida no siempre ha estado dedicada al arte. Soledad trabaja de empleada doméstica, lo que le permite equilibrar su tiempo entre el cuidado de sus hijas, su madre y su gran pasión por la pintura. "El arte me salvó la vida más de una vez, y mi forma de agradecerle es transmitir este mensaje: el arte, y todo lo que hagas con pasión, te puede salvar. Vos te podés salvar, nadie más lo va a hacer por vos", reflexiona.

Uno de los dibujos de Soledad

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Para Soledad, su misión de vida está clara. "Estoy convencida de que parte de mi misión es comunicar, y el arte me permite eso: contar con cada pincelada lo que quiero transmitir". Su deseo para el futuro es que su arte llegue a más personas: "Mi arte merece ser visto porque deja un mensaje en cada cuadro, en cada dibujo. Hay un mensaje de amor hacia toda la humanidad".