Del Dolor al Alivio: Manejo Inmediato de Quemaduras con Fuego

Las quemaduras son lesiones comunes que todos podríamos experimentar en algún momento de nuestras vidas. Ya sea por un accidente en la cocina, al tocar un objeto caliente o por un incidente con fuego directo, es crucial saber cómo actuar correctamente para minimizar el daño y prevenir complicaciones.

A continuación en el consultorio de El Bona, te presentamos una guía sencilla sobre qué hacer en caso de sufrir una quemadura con fuego.

Una de las formas más comunes de clasificar las quemaduras es según la profundidad y extensión del daño en la piel y los tejidos subyacentes. Según este criterio, las quemaduras se dividen en varios grados:

1. Quemaduras de Primer Grado (superficiales):

- Afectan solo la capa más externa de la piel (epidermis).

- La piel se presenta enrojecida y puede haber hinchazón.

- Son dolorosas al tacto.

- No se forman ampollas.

Ejemplo: Una quemadura leve por el sol.

2. Quemaduras de Segundo Grado (parcialmente espesas):

- Afectan la epidermis y parte de la dermis (capa subyacente).

- La piel puede aparecer roja, con ampollas y presentar hinchazón.

- Son dolorosas.

- La humedad de la piel puede aumentar debido a la liberación de líquido.

Ejemplo: Una quemadura por derrame de líquido caliente.

3. Quemaduras de Tercer Grado (espesas):

- Afectan la epidermis, la dermis y pueden llegar hasta tejidos más profundos, como el

tejido graso subcutáneo.

- La piel puede presentar un aspecto blanquecino, parduzco o carbonizado.

- La zona quemada puede no ser dolorosa debido a la destrucción de las terminaciones

nerviosas, aunque el área circundante puede ser dolorosa.

- La piel se siente seca y puede parecer cuero.

Una quemadura producida por un incendio o por un objeto muy caliente durante un tiempo

prolongado.

4. Quemaduras de Cuarto Grado:

- Afectan todas las capas de la piel y se extienden hasta músculos, tendones y huesos.

- La apariencia es de tejido carbonizado o negro.

- No hay sensación en la zona afectada debido a la destrucción completa de las

terminaciones nerviosas.

Ejemplo: Quemaduras por electrocución o por fuego directo durante un tiempo prolongado.

Cada grado de quemadura requiere un tratamiento diferente, y en función de la extensión y ubicación, la atención médica puede variar. Siempre es importante tratar las quemaduras con seriedad y, en caso de duda o de quemaduras extensas, buscar atención médica inmediata.

¿Quiénes son los más afectados por quemaduras con fuego?

En muchas regiones del mundo, las quemaduras suelen ser más comunes en ciertos grupos demográficos y contextos:

1. Niños: Los niños pequeños, especialmente aquellos menores de 5 años, son particularmente susceptibles a las quemaduras. Esto se debe a su curiosidad natural, falta de conciencia del peligro y habilidades motoras en desarrollo. En muchos países, las quemaduras de agua caliente son comunes en este grupo.

2. Adultos jóvenes: Las personas activas en la edad laboral también corren el riesgo, especialmente aquellos que trabajan en entornos donde hay fuentes abiertas de fuego, productos químicos o electricidad.

3. Ancianos: Las personas mayores pueden tener reflejos más lentos y ser menos móviles, lo que aumenta el riesgo de quemaduras, especialmente en situaciones domésticas.

4. Factores socioeconómicos: Las personas en áreas con menor acceso a infraestructura y recursos adecuados pueden tener un mayor riesgo de quemaduras. Esto puede incluir viviendas sin características seguras contra incendios, uso de cocinas abiertas o la falta de acceso a agua corriente segura.

A continuación te damos algunas sugerencias de como debes actuar ante una quemadura.

1. Mantén la calma

El primer paso es siempre mantener la calma. Actuar de manera precipitada o entrar en pánico puede empeorar la situación. Toma un respiro profundo y evalúa rápidamente la gravedad de la quemadura.

2. Detén el proceso de quemadura

Retira la fuente de calor lo más rápido posible. Si tu ropa está en llamas, recuerda el consejo clásico: "Detente, tírate al suelo y rueda" hasta que el fuego se apague.

3. Enfría la zona, pero con precaución

Pon la zona quemada bajo agua fresca corriente durante 10 a 20 minutos. No uses hielo, ya que puede causar más daño al tejido ya afectado. El agua fresca ayudará a aliviar el dolor y a detener el proceso de quemadura.

4. No revientes las ampollas

Si se forman ampollas, es señal de una quemadura de segundo grado. No las revientes, ya que actúan como una barrera protectora contra las infecciones. Si se rompen por sí solas, mantén la zona limpia y protegida.

5. Aplica una crema suave

Después de enfriar la quemadura, puedes aplicar una crema humectante suave o una específica para quemaduras para mantener la piel hidratada. Evita productos que contengan alcohol, ya que pueden causar más dolor.

6. Cubre la quemadura

Utiliza una gasa estéril o un paño limpio para cubrir la quemadura. Esto protegerá la zona de bacterias y reducirá el riesgo de infección.

7. Alivia el dolor

Si sientes dolor, puedes tomar analgésicos de venta libre, como paracetamol o ibuprofeno, siempre siguiendo las recomendaciones del envase o las indicaciones de un profesional de la salud.

8. Mantente hidratado

Las quemaduras pueden provocar la pérdida de líquidos del cuerpo. Bebe agua en abundancia para mantener una buena hidratación y ayudar en el proceso de curación.

9. Consulta a un profesional

Si la quemadura es profunda, extensa, está en una zona delicada (como cara, manos, pies o genitales) o presenta signos de infección (pus, enrojecimiento creciente, calor o hinchazón), busca atención médica de inmediato.

10. Prevención es la clave

La mejor manera de tratar una quemadura es evitarla. Mantén los objetos calientes y las fuentes de fuego lejos del alcance de niños, utiliza protección al cocinar o manipular objetos calientes, y ten cuidado con las fuentes eléctricas y de fuego en el hogar.

Las quemaduras con fuego pueden ser dolorosas y peligrosas, pero con una respuesta adecuada y rápida, es posible minimizar el daño. Recuerda siempre priorizar tu seguridad y, en caso de duda, consulta a un profesional de la salud. La prevención y el conocimiento son tus mejores aliados contra las quemaduras.