Ramona Ángela, referente del comedor Ángel Ramón, le contó a El Bonaerense: "Amo lo que hago y ver a cada chico con una sonrisa me llena de vida".

En épocas de inestabilidad económica y niveles inflacionarios que llegan hasta las nubes, se valora muy poco el trabajo solidario de los comedores sociales, los que se ponen manos a la obra para ayudar a numerosas familias.

Dentro del norte del conurbano bonaerense, la presencia de estos centros comunitarios crece cada vez más. Pero claro, los mismos son autogestionados, se sustentan y necesitan sí o sí donaciones y colaboración de los municipios, vecinos de cada lugar, comercios, etc.

Es el caso del comedor Ángel Ramón, ubicado en la localidad de Adolfo Sourdeaux, altura km30, municipio bonaerense de Malvinas Argentinas. El mismo, es mantenido por una familia que hace hasta lo imposible para que el lugar siga a delante.

LEER MÁS Alcantarilla desbordada de agua inundó las calles en San Martín

En diálogo con El Bonaerense, Ramona Ángela contó: "El comedor ya lo tengo desde hace dos años. Lo hice cuando comenzó la pandemia por el covid-19. Por la gran crisis que hay, se trata de un barrio humilde y hay muchos niños y mamás solteras sin trabajo".

La referente del comedor Ángel Ramón, nombrado en honor a su padre según contó Ramona, manifestó que recibe en el mismo alrededor de 60 familias numerosas para alimentarlas y brindarles un tipo de contención.

"Recibo ayuda de gente humilde, pero de gran corazón. Colaboran con lo que pueden. El municipio -de Malvinas- a veces ayudaron, pero no siempre", continuó la mujer de zona norte.

LEER MÁS Zona norte: Volvió el humo por los incendios en las islas del Delta

En tanto, Ramona creó una cuenta dentro de una red social, a través de la cual, difunde las actividades del comedor y solicita la colaboración a comerciantes y demás vecinos de Malvinas Argentinas.

"Yo armé un Facebook con el nombre del comedor Ángel Ramón. Lo puse al nombre de mi papá que falleció. La verdad, amo lo que hago y ver en cada chico una gran sonrisa me llena de vida y con ganas de seguir adelante por mucho más", confesó Ángela.

"Necesito mercadería, verduras y para la merienda leche, galletitas. Lo que pueda colaborar con los chicos", continuó la mujer.

LEER MÁS Una escuela de Escobar suspendió sus clases por no tener ventiladores 

Y cerró: "Yo cobro la asignación y aporto lo que hay para cocinar y seguir ayudando. Cuento con el apoyo de mí marido y mis hijos".

Aquellos interesados en ayudar a que decenas de personas tengan un plato en la mesa, pueden comunicarse al 1140287554.