Javier Baños acusó al jefe comunal tras un tuit publicado ayer. Argumentó que está incurriendo en faltas éticas e irregularidades administrativas.

El abogado y ex fiscal de Morón, Javier Baños, presentó ayer una denuncia contra el intendente de Pinamar, Martín Yeza, luego de que escribiera un tuit en contra de los trapitos, el cual fue definido por Baños "con carga peyorativa y discriminadora".

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En declaraciones a Télam, Baños declaró que "Mi hijo me pasó el tuit y me indigné. Una cosa es que haya gente extorsionando o una mafia, que es un delito que merece ser investigado, y otra cosa es que un jefe comunal salga a hablar alegremente de detener "trapitos" en un mensaje con carga peyorativa y discriminadora". Puntualmente, el letrado hizo referencia al mensaje de Yeza en la red social, que decía: "Seguimos deteniendo trapitos a full, entre ayer y hoy detuvimos cerca de 15".

Además, tildó de polémica la frase "No se dejen extorsionar, en Pinamar los vamos a defender", junto a una foto donde se ve a un oficial de policía deteniendo a un joven contra un patrullero de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. A raíz del posteo, el abogado decidió presentar una denuncia ante la "posible comisión de delitos de acción pública, coacción agravada, abuso de autoridad, privación ilegal de la libertad e instigación a la violencia". También, pidió que el Concejo Deliberante investigue los hechos y evalúe iniciar el proceso de remoción del intendente.

Agregó que Yeza "podría estar cometiendo múltiples delitos" e incurrir en "faltas éticas e irregularidades administrativas" que "rompen con el principio de división de poderes y constituyen un grave atentado contra el orden público constitucional de este estado". Y explicó que "es arbitrario" detener a una persona por el trabajo que realiza y constituye una coacción agravada porque "es una amenaza" donde se busca que "abandone su lugar de trabajo". Finalmente, el abogado sostuvo que en su mensaje Yeza podría "estar incitando a la ciudadanía a la violencia colectiva" contra el grupo de personas que él denomina en forma discriminatoria "trapitos", y la pena podría ser, como mínimo, de cinco años.