Fue fundado en 2009 por Paola Vergara y su mejor amiga. Tienen un ropero comunitario y comedor, y además brindan talleres laborales.

Las organizaciones solidarias realizan un aporte fundamental a la sociedad. La mayoría de su trabajo es por iniciativa propia y la ayuda desinteresada de la población. Corazones Solidarios es una ONG, con sede en Bahía Blanca, que lleva más de una década ayudando a las personas desde diversas tareas. Paola Vergara es fundadora y organizadora de esta ONG bahiense, y se dedica de lleno a la labor solidaria, desde disponer su casa como sede hasta realizar full time la tarea solidaria para que todos tengan una mejor calidad de vida.

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"La organización surgió en 2009 a raíz de una depresión muy grande que tenía. Yo no puedo ser mamá biológica y estaba bajoneada. Mi mejor amiga me dijo que hiciéramos algo que me guste y así arrancamos", se presenta Paola, quien transformó un momento de dolor en una acción que pudiera ayudar a los demás. Ella ya había intentado coordinar una agrupación solidaria cuando era menor de edad, pero el proyecto no prosperó. "Teníamos 15 años y no me había ido tan bien. Los chicos eran jovencitos y se habían puesto de novio entre sí, y no llegó a buen puerto", explica.

No obstante, en esta ocasión estaba decidida a poner en marcha su iniciativa. "Le dije (a su amiga) que si quería me acompañara. Lo poco que yo sé pongámoslo en práctica y aprendamos juntas", recuerda sobre los inicios de Corazones Solidarios. Al principio trabajaban con menores de edad y a partir de este año se empezó a abrir a toda la comunidad.

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En la actualidad, Paola detalla que unas 485 familias por mes visitan el comedor. A veces vienen más, a veces menos, pero el flujo de personas es constante. "En mi zona, Villa Nocito y en los barrios aledaños viene cada vez más gente. Siempre en la semana viene alguna persona nueva. Con la demanda estamos atendiendo lunes, miércoles y viernes porque no hay alimento que alcance", expresa con preocupación.

Como suele ocurrir con las ONG, Corazones Solidarios subsiste gracias al aporte desinteresado de los ciudadanos. Si bien reciben mensualmente alimentos de la Cooperativa Obrera, es mayormente la donación de la gente lo que más se recibe. "El laburante del día a día es el que colabora", afirma Paola. Por otra parte, la organización fue creciendo, a tal punto que hoy tienen una decena de voluntarios encabezados y dirigidos por Paola.

En Bahía Blanca son varias las organizaciones solidarias que buscan satisfacer las necesidades de la población. Y, para lograr cumplir con su cometido, están entre sí en contacto permanente. "Compartimos donaciones con otras asociaciones como Living Home, Juntos por los Necesitados, Dar es Dar, Hogar Natal. Al que podemos vamos compartiendo", detalla Paola.

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La tarea solidaria de Corazones es amplia e intenta cubrir varias necesidades que padecen las personas. Lo que empezó siendo un ropero comunitario se expandió a un comedor y posteriormente a un merendero. Y en ese afán de brindar más posibilidades a los bahienses, es que decidieron empezar a dar talleres, para que la sociedad logre una mayor inserción laboral. Se aprenden oficios como soldadura, costura, panadería y cocina. Precisamente, gracias a estos cursos un joven consiguió empleo como soldador. "Para nosotros es un orgullo enterarnos que un joven consiguió trabajo. Nos pone muy contentos de trabajar para la comunidad y ver estos frutos", expresa orgullosa.

"Es fácil decir "qué lindo es que el mundo cambie". Pero si no hacemos algo para poder cambiar, realmente no va a suceder nada", reflexiona Paola con una frase que refleja el actual momento social. Hasta tiene un sueño solidario que espera cumplir en un futuro: un hogar de abuelos. "Yo trabajé 15 años en geriátrico y aprendí mucho de lo que es estar con los abuelos. Es mi sueño, que pudieran subsidiarnos y que podamos tener un equipo de médicos, enfermeras, limpieza. Acá en Villa Nocito hay muchos abuelos solitos, y sería hermoso que tuvieran un hogar que les dé contención y amor".