Los miembros de la Cámara alta más cercanos al kirchnerismo emitieron un extenso documento detallando sus razones.

“Los muertos no pagan las deudas”. Con esa frase de Néstor Kirchner a modo de título, el bloque kirchnerista dentro del Frente de Todos justificó su voto en contra del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Es que esos 13 senadores no aprobaron el programa de Facilidades Extendidas para el refinanciamiento de la deuda tomada en 2018 por Mauricio Macri.

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“Es la derrota no solo del pueblo, que sufrirá las consecuencias de este pacto, sino que, además, es la dolorosa derrota de la política, verdadera y vital herramienta que desde nuestras bancas pero fundamentalmente como militantes, no estamos dispuestos a aceptar”, afirmaron con mucha seguridad.

Para estos 13 senadores del FdT, las metas de pago son muy difíciles de alcanzar y no permitirán el crecimiento. Dentro del extenso documento de ocho páginas, los puntos que resaltan son: la crítica a las medidas económicas del gobierno de Mauricio Macri y las irregularidades en las condiciones del préstamo stand-by en 2018.

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Asimismo, hicieron hincapié en que “con la experiencia de nuestro país, no vamos a lograr "crecer para poder pagar"” (uno de los objetivos del Gobierno). Además, aseguraron este acuerdo implica ajuste, ya que se debe bajar el déficit fiscal a cero, al igual que la inversión para la lucha contra el Covid-19. “¿Y quién pagará el costo de esto?”, se preguntaron.

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Por último, el documento cierra con una síntesis y una conclusión de tres párrafos. “Resulta imposible el crecimiento económico, habrá una devaluación“, expresaron. Y finalizaron: “Los números tienen que cerrar con la gente adentro”.

¿Qué dijo el ministro Guzmán?

Martín Guzmán recordó que la ley es fruto de una deuda que contrajo el macrismo: “LO QUE ENFRENTAMOS. Duela lo que duela, la realidad es que el FMI está en Argentina desde 2018 por decisión del gobierno anterior, y en algo más de un año sumó una deuda de USD44.500 M en las espaldas del pueblo. Pesa y mucho. Nuestra responsabilidad era construir una solución”.

Y aseguró: “Logramos un acuerdo radicalmente diferente de todos los que históricamente se tuvieron con el FMI. No hay quita de derechos ni a trabajadores ni a jubilados. Se expande la inversión en infraestructura y conocimiento. Logramos poner por delante a los intereses de la economía real”.