La realidad siempre -pero siempre- supera a la ficción. Te espero, acá, cada semana.

• EL BONAERENSE - Buenos días, agente Q. ¿Cómo pasó esta semana?





• AGENTE Q - Como siempre, en estas épocas. Con un calor atípico para marzo. ¿A ver? ¿Le gustaría a usted que nuestro tema de hoy esté ligado al sur del conurbano?





• EL BONAERENSE - ¿No me diga que vamos a hablar nuevamente del comisario general que le gustaba patotear a los vecinos que exigían que hubiera mejor seguridad en la jurisdicción.





• AGENTE - No, amigo mío. Hoy le toca el turno al comisario general de la Superintendencia de Seguridad de al lado. Entienda. Me refiero al general de la otra Superintendencia situada en la zona sur del Gran Buenos Aires. Para ser más claros y, como yo le señalo frecuentemente…¡no por andar por la vida con un doble apellido se obtiene más capacidad!.





• EL BONAERENSE - Sí. Me acuerdo de la frase. Sospecho que usted se entenderá.





• AGENTE Q - Antes que nada, le consulto…Me imagino que a usted le gustará el fútbol.





• EL BONAERENSE - ¡Por supuesto! Como a la gran mayoría de los argentinos y después de haber logrado ser campeones del mundo. Pero no lo comprendo. ¿Qué relación hay entre el fútbol y nuestra sección de Polichismes?





• AGENTE Q - ¡Mucha! Porque nuestro tema de hoy tiene que ver con los abusos que padecen los suboficiales de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, quienes están obligados a llevar adelante la custodia de los partidos de Primera División.





• EL BONAERENSE - ¡Ahhh! O sea que hoy es el momento de hablar…





• AGENTE Q - No se anticipe. ES EL MOMENTO DE MENCIONAR ACCIONES QUE BIEN PODRÍAMOS CALIFICAR DE ESCLAVIZANTES. ONDA SIGLO DIECINUEVE, PERO CON INTEGRANTES DE LA BENDITA FUERZA DE SEGURIDAD PROVINCIAL QUE ENCABEZA EL BUZO TÁCTICO SERGIO ALEJANDRO BERNI.





• EL BONAERENSE - Por curiosidad. ¿Es un caso muy viejo en el tiempo?





• AGENTE Q - ¡Para nada! Sucedió el fin de semana pasado. En ocasión de jugarse el encuentro entre Banfield y Boca, en el estadio de El Taladro.





• EL BONAERENSE - ¿Qué ocurrió?

• AGENTE Q - En una oportunidad, en nuestra sección de Polichismes yo le mencioné que la seguridad de los partidos de fútbol y, además, de otra clase de espectáculos públicos se cubría mediante un sistema denominado POLAD. La sigla significa Policía Adicional y los uniformados están obligados a llevarlos a cabo. No pueden negarse.





• EL BONAERENSE - ¿Y?





• AGENTE Q - La víctima, ya que podríamos considerarla de esa manera, es un sargento, a quien resolvieron sancionar con cinco días de suspensión de empleo sin goce de haberes.





• EL BONAERENSE - ¿No es una sanción muy severa?





• AGENTE Q - Depende de cómo se la mire. A este sargento le aplican una sanción severa, pero a los jefes que no saben controlar a subalternos narcotraficantes los premian ascendiéndolos a comisario general. ¡Nunca se olvide de estos detalles, amigo!





• EL BONAERENSE - Jaaa.





• AGENTE Q - Aunque le suene extraño, comencemos por el principio. El 10 de marzo pasado, en la sede de una Unidad de Policía de Prevención Local (U.P.P.L.), en esa zona del conurbano, fue recibido el radiograma 152/23, donde se solicitaba el envío de un total de diez uniformados para custodiar el partido de fútbol entre Banfield y Boca. Los mismos tenían que presentarse a las 18.30 del 12 de marzo en el estadio de la primera de las instituciones. Uno de los policías designados no concurrió. El sargento a quien posteriormente sancionaron.





• EL BONAERENSE - Pero era una acción que se consideraba obligatoria. No podía negarse.





• AGENTE Q - Escuche atentamente. En la tarde del sábado 11 de marzo, al sargento le enviaron un mensaje de WhatsApp en el que una joven oficial ayudante, a cargo de efectuar las convocatorias, le preguntaba a dicho suboficial si deseaba ser partícipe del servicio de cancha en el estadio de Banfield, pero el hombre le explicó que no podía concurrir debido a que el 12 de marzo le correspondía un franco y que él siempre aprovechaba los descansos para realizar tareas adicionales, porque necesita dinero. Usted jamás tiene que olvidarse las fortunas que ganan los sargentos. Perciben un dineral, que les permite ir de vacaciones a Miami, como hace el presidente de la Caja de Retiros de la fuerza policial.





• EL BONAERENSE - ¿O sea que lo convocaron un día antes?





• AGENTE Q - En un alarde de organización.





• EL BONAERENSE - Hay algo que realmente no comprendo.





• AGENTE Q - Espere. No sea impaciente, amigo mío. Otra mujer policía se presentó ante el sargento para llevarle la notificación para que asistiera al servicio en el estadio de Banfield y entonces el suboficial decidió negarse a firmar la misiva. Ahora viene otra parte divertida: la oficial ayudante le dijo al policía que no se preocupara, que no había ningún problema y ella se ocuparía de arreglar la situación. Finalmente al sargento lo sancionaron y perdió cinco días de la paga de su salario.

• EL BONAERENSE - Pero yo sigo sin entender, agente Q. Si era obligatorio, no había que preguntarle si quería participar de la custodia del partido, ya que es una obligación del suboficial. El sargento debía estar presente en la cancha.





• AGENTE Q - ¿Comprobó usted ahora que fuerza policial tan maravillosa? Primero te preguntan si querés, pero recibís una sanción en caso de que te niegues al supuesto pedido. Con esa mentalidad infantil resulta imposible detener a delincuentes. Y no se olvide que la oficial ayudante prometió ocuparse del asunto. En confianza, le aseguro que verdaderamente desconozco que entenderá esa chica por el término “ocuparse”. Tal vez sea una muchacha dotada de muchas habilidades.





• EL BONAERENSE - Por curiosidad…¿quién conduce los destinos de esa Unidad de Policía de Prevención Local?





• AGENTE Q - Otra damisela, que, al momento del episodio, se hallaba de vacaciones.





• EL BONAERENSE - ¿Una damisela que está bien conceptuada?





• AGENTE Q - Al respecto, existen opiniones muy dispares. Prefiero, por ahora, mantenerme en silencio. Otro día, hablaremos del asunto.





• EL BONAERENSE - Le cambio de tema. ¿Usted tiene novedades del ministro Sergio Berni?





• AGENTE Q - Solamente las que todo el mundo conoce. Sumado a la moda, el especialista en rescatismo ha decidido pasearse por todos los canales de televisión para hablar de cómo hay que solucionar la inseguridad en la ciudad de Rosario, en territorio santafesino. No se puede arreglar la inseguridad en Buenos Aires, pero sabemos la manera de evitar los asesinatos a pocos metros de la cancha de Newell´s.





• EL BONAERENSE - ¿Volvemos a hablar de temas futbolísticos?





• AGENTE Q - No, amigo. Volvemos a hablar de que las últimas encuestas de las consultoras sostienen que la inseguridad constituye la principal preocupación de los habitantes de la Provincia de Buenos Aires, de cara a las próximas elecciones. A los empleados judiciales los amenazas con balas dentro de sobres y hay fuertes sospechas de la existencia de policías implicados en las intimidaciones. “Rosario siempre estuvo cerca…” nos dice con alegría el cantante Fito Páez, pero para los residentes en territorio bonaerense lo que ocurre en Rosario queda demasiado lejos y queda más cerca el accionar de los narcos en villas situadas en el partido de San Martín. Y me ocupo de citar únicamente a San Martín, porque ya lo tengo que abandonar.





• EL BONAERENSE - ¿Pero vuelve?





• AGENTE Q - Obviamente. Le prometo regresar y, como todos ya saben, el agente Q siempre cumple sus promesas. Nos volvemos a ver en siete días. ES UNA PROMESA. Linda semanas para todos.