Edgardo Esteban fue jefe de prensa de la Universidad de San Martín en el 2005 y fue uno de los héroes que viajó para defender a las Islas Malvinas en 1982.

Hoy sábado 2 de abril del 2022 se conmemoran los 40 años de la Guerra en las Islas Malvinas, conflicto que estalló en 1982, donde miles de jóvenes héroes y víctimas, a la vez, de la última Dictadura Militar, fueron a batallar para defender la soberanía argentina en la masa de tierra rodeada por el mar nacional.

En el marco de este triste acontecimiento por las incontables vidas de adolescentes que se perdieron y no volvieron, el ex combatiente Edgardo Esteban dialogó con El Bonaerense y confesó: "La primera sensación cuando anunciaron la invasión de nuestras islas era la posibilidad de ir como parte de una aventura".

"No tuve la dimensión de la guerra hasta que sentí la primer bomba muy cerca", relató el ex jefe de prensa de la Universidad de San Martín, durante el año 2005.

El hombre de 59 años, nació en la localidad de Haedo, municipio de Morón. Luego de la guerra de Malvinas, tuvo una vida plena dedicada al periodismo y a los medios de comunicación. Camino por el que llegó al municipio de zona norte para trabajar en la UNSAM.

Si bien Edgardo nació en la provincia de Buenos Aires, el servicio militar lo realizó en el interior del país. "Hice la colimba porque quería hacerla. Como me gustaba el paracaidismo me fui a Córdoba. Hice el regimiento de artillería en la ciudad de Calera, cerca de Córdoba capital", explicó Esteban.

"El primer gran encontronazo fue en esa bahía donde estábamos. Los barcos (enemigos) comenzaron a tirar las bombas cerca de nosotros", comentó el ex docente de periodismo y aseguró: "Ahí cambió la historia para siempre".

"Ir a las islas, para mí, era como ir a un lugar lejano. Yo sabía hacer logaritmos, manejaba las cartas topográficas y los mapas", narró el Edgardo, al explicar que tenía un interés por la agrimensura. Sin embargo, luego de la guerra, Esteban confesó que "no quise ser más agrimensor".

El ex trabajador de la UNSAM relató que viajó a Malvinas con 19 años. Pese a su corta edad, tenía la intención de viajar a las islas. "Yo viajé a Malvinas con 19 años. Era parte de la generación vieja. Viajé ya casi habiendo terminado de realizar el servicio militar obligatorio".

"Yo quería ir a Malvinas, aunque podría no haber ido", aseguró confiadamente el actual director del Museo de Malvinas.

Estar en la isla en el marco de un conflicto bélico demandaba de cierta cordura para supervivencia. Sobre ello, Edgardo explicó: "No dormíamos en pozos, esos pozos que quedaron para el resto de nuestras vidas, ya que eran como tumbas, porque se llenaban de agua".

"Construíamos una especie de fortaleza, pegada a las piedras. Conseguimos algunos tanques de gasoil vacíos. Eso nos salvó de algunas esquirlas en varias oportunidades. Además, recuerdo que pusimos algunas chapas en el aeropuerto para tratar de que sirvan como techos camuflados con la turba", ratificó el periodista.

Con respecto a los lugares que le tocó transitar en las islas, Edgardo argumentó: "Estábamos cerca de la ciudad. Al principio estábamos al este, pero luego nos fuimos al oeste de Primero de Mayo (localidad de Malvinas). Allí, estábamos en la zona de los Royal Marines, muy cercanos a los frigoríficos".

Por su parte, Edgardo dejó su reflexión acerca del conflicto bélico en cuerpo a tierra: "Siempre digo que la guerra es un procedimiento por el cual hombres que no se conocen se ven obligados a matarse por hombres que sí se conocen y no se matan. Es una lotería".

"Tuve la suerte y tengo la suerte de hoy estar vivo. Pero nunca se sabía que iba a pasar. Al final del conflicto siempre teníamos el hostigamiento de los barcos. Las últimas noches eran estar en el infierno mismo, por las bombas, los aviones que pasaban, las luces de bengalas que tiraban cerca del puerto argentino. Fue el destino, nada más que el destino", confesó Edgardo.

Hoy en día, es el actual director del Museo Malvinas. El ex combatiente invita a la reflexión societaria acerca de la reivindicación, constante, sobre el reclamo que tiene nuestro país sobre las islas. "Hay un mensaje triunfalista que en nosotros sigue estando, hasta el último día", aseguró Edgardo.