Quiso hablar cuando vio llorar a su madre pero no supo contestar las preguntas que le hicieron

Máximo Thomsen, el rugbier más complicado en la causa por el crimen de Fernando Báez Sosa, declaró durante la jornada de ayer y "pidió disculpas". Dijo que él "jamás" tuvo "intenciones de matar a alguien" y que reaccionó "tirando patadas" ante una "piña en el rostro". Posteriormente, reconoció que la zapatilla con sangre de Fernando era suya.

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Tras contar lo vivido aquel día, el acusado accedió a responder preguntas del fiscal Gustavo García pero solo referidas a él. Dijo no querer "nombrar a nadie más".

El diálogo entre Thomsen y el fiscal

El acusado indicó que, en la salida del boliche, vio "un grupo grande de chicos con un amigo, como que se iban a enfrentar" y que, al acercarse, sintió "un golpe en la cara".

Y ante las preguntas del fiscal para que identifique a quiénes veía en uno de los videos del hecho, Thomsen dijo: "Yo no soy", y no aceptó responder quién era.

Entonces le repreguntaron si sabía a quién le estaban pegando en el video y él respondió: "Hoy en día por todo lo que vi, sé que es la víctima."

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-¿Qué hizo usted? - preguntó el fiscal.

-Yo cuando entré a la ronda y recibí el golpe y pegué una patada o dos, no sabía ni a quién ni cómo. En ese momento no sabía a quién le había pegado.

-¿Le pegó a esa persona que está en el suelo?

-No sé.

-¿Esta persona estaba caída, estaba parada?

-No recuerdo. En ese momento estaba en shock - contestó Thomsen en referencia a cuando lo sacaron del boliche previamente a la golpiza. Aseguró que sintió que se "asfixiaba" por la forma en la que lo sacaron los empleados de seguridad del local.

El fiscal le repreguntó si se reconocía en el video, pero el acusado respondió que solo entró a la ronda tirando patadas.

Por eso le consultaron sobre las patadas y el rugbier explicó: "Dije que quizás una, quizás dos, pero no recuerdo." Y reiteró que no iba a responder preguntas referidas a otras personas.

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Luego, el fiscal le preguntó sobre algunas prendas halladas adentro de la casa donde fue detenido junto a sus amigos, si son de alguno de ellos y ante cada foto de las mismas que le mostraron dijo: "No es mía."

-¿Esa camisa es suya?

-No lo recuerdo.

Pero, sin embargo, el acusado se hizo cargo de las zapatillas con sangre de Fernando, las cuales dejaron marcas en el rostro de Fernando.

-¿Esa zapatilla marca Cyclone son de su propiedad?

-Son mías.

-¿Era la que usted usaba la noche del 18 de enero de 2020?

-Sí.

Posteriormente, en otro tramo del interrogatorio, tomó la palabra el fiscal Juan Manuel Dávila:

-La persona que está en el piso, ¿advierte si tenía alguna reacción?

-En ese momento yo no miré, no presté atención. Yo miré hacia arriba.

-¿En los videos que se han estado pasando desde hace doce jornadas se vio reflejado alguien que le haya pegado a usted?

-No lo advertí.

Terminadas las preguntas del fiscal Dávila, Fernando Burlando, el abogado de los padres de Fernando, quiso indagar un poco más en lo que ocurrió aquella madrugada del 18 de enero del 2020.

"No me siento cómodo respondiendo a una persona que me insultó mucho, insultó a mi mamá", disparó Thomsen cuando Burlando quiso comenzar a interrogarlo.

-¿Por qué se cambió la ropa? - preguntó.

-No voy responder.

El abogado lo quiso interrogar también sobre lo que hicieron después con otros de los acusados como, por ejemplo, ir a comer hamburguesas.

-No voy a responder.

Ante esta situación, finalmente intervino la presidenta del tribunal, la jueza Claudia Castro, para recordar que el acusado tiene derecho a no responder.

Así terminó la declaración de Máximo Thomsen, rompiendo el pacto de silencio que mantienen desde aquel día en el que decidieron terminar con la vida de Fernando Báez Sosa. Además, durante la jornada de hoy, Ciro Pertossi decidió hablar y se espera que, en los días de audiencias que faltan, el resto de los acusados pidan la palabra.

Todo indica que estas "declaraciones espontaneas" de los acusados son una estrategia de Hugo Tomei, el abogado defensor, para lograr que se les baje la pena a los ocho acusados.