Un equipo compuesto por casi 20 personas ayudan a la conservación de esta hermosa especie que habita el Delta del Paraná. Uno de sus miembros le contó todos los detalles a El Bonaerense.

La población del Ciervo de los Pantanos atraviesa una dura situación desde hace un par de décadas. Ante esto, surgieron distintas organizaciones que buscan conocer todo sobre la especie, para entenderla y preservarla. Una de ellas, que engloba a varias, es Proyecto Pantano. Y uno de sus miembros le contó todos los detalles a El Bonaerense.

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Bernardo Lartigau, una de las personas más activas de esta organización, comenzó expresando algunos de los objetivos del proyecto. “Proyecto Pantano se basa en estudiar la población del Ciervo de los Pantanos en el Delta del Paraná, con énfasis en la población bonaerense”, explicó.

Y en el mismo sentido, enfatizó a modo de resumen: “Es un especie en amenaza de extinción. Queremos saber cuál es la situación poblacional de la isla. Trabajamos actualizando datos, haciendo análisis genético e impulsando la educación ambiental”.

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Dentro de las tareas que lleva a cabo la organización, la más destacada y revolucionaria es la colocación de collares satelitales. “Colocamos transmisores que ya están brindando cuantiosa información vía satélite sobre los movimientos y comportamiento de los animales en tiempo real”, reveló.

¿Cuál es el objetivo de esos collares? “Conocer la relación entre la fauna y el ambiente, donde el collar es un insumo vital para entender cómo utilizan el paisaje forestal y planificar el manejo productivo del delta considerando los requerimientos de esta especie emblema”, explicó Bernardo.

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“Nuestra lucha es tratar de consolidar áreas naturales protegidas. Queremos que el Estado pueda conservar áreas valiosas, que tienen ciervos y ambientes naturales muy importantes. Es el anhelo que tenemos”, reveló.

El rescate de ciervos heridos y la problemática de la caza furtiva

“A los ciervos heridos los llevamos a Temaikén. Allí se los recupera y se les coloca un radio collar que nos transmite la información de ubicación, qué está haciendo e incluso los signos vitales. Se han capturado a varios para ponerles el radio collar”, aseveró Bernardo.

“Tenemos la problemática de la caza furtiva. Estamos encontrando animales heridos de bala o lastimados por perros. Muchos mueren en la isla. De los que encontramos sólo un porcentaje lo hacemos a tiempo para que puedan recuperarse, sin dudas es algo muy difícil”, comentó con tristeza.

“El Ciervo (especie) no logra recuperarse del todo por la intensa caza furtiva que hay. Lo mismo sucede con los perros que andan sueltos y matan a los ciervos más pequeños”, aseguró.

Asimismo, dio detalles de un informe muy triste de hace seis años. “Durante una inundación en 2016 se contabilizó 188 ciervos muertos por cacería. Son eventos que realmente impactan a la población”, contó.

Bernardo cree que todo se puede solucionar, pero que faltan los recursos del estado. “Hay caza porque no hay control. Es muy fácil ir y cazar. Venden la carne de ciervo y de carpincho. No hay control ni fiscalización. No se siguen los casos ni las denuncias de la gente”, opinó.

Y en el mismo sentido, cerró su idea: “Tenemos una biosfera muy grande y pocos guarda parques. La conservación es linda, todos quieren ayudar pero no se ponen los recursos para hacerlos. Nos faltan camionetas y movilidad”.

El crecimiento de la población de ciervos

Si bien la problemática de la caza furtiva sigue latente, en los últimos años el trabajo realizado por Proyecto Pantano comenzó a mostrar sus frutos. “Antes ver un ciervo de pantano era algo. Hoy hay zonas donde se los puede observar sin problemas”, sostuvo.

Y profundizó sobre el cambio: “Nosotros estábamos una semana en la isla, buscando huellas, haciendo entrevistas a la gente y nada, no veíamos un ciervo. Ahora hay zonas de la isla bastante protegidas con control y vigilancia. Lo mismo cerca de los destacamentos de Prefectura. En los lugares donde hay un esfuerzo, al menos pequeño, el ciervo se ve. Eso es sumamente gratificante”.

“Empezamos entre el "98 y el 2000 y no veíamos nada. Hoy vemos muchas especias de animales. Es gratificante y demuestra que si se hacen las cosas bien, hay fauna que se recupera y responde bien a esto”, expresó. Y finalizó: “Por suerte están los modelos a seguir, donde se ve una especie saludable”.

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