Milagros habló con El Bonaerense sobre el robo que sufrió y la falta de respuesta policial y municipal. Según aseguró, ni siquiera le tomaron la denuncia.

Una vecina del barrio Santa Brígida de San Miguel denunció un triste hecho de inseguridad. Según lo que relató Milagros en diálogo con El Bonaerense, ella salió a hacer un trámite y, cuando regresó, se encontró con la puerta de su casa forzada. Al revisar el patio (donde trabaja el papá de su nena) se dio cuenta que los ladrones se habían llevado las herramientas de trabajo. Sin embargo, el calvario no terminó ahí...

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Lejos de intentar darle una solución por el robo que sufrió, la policía de San Miguel no le quiso tomar la denuncia, según explicó ella. “En la comisaría número 3 de San Miguel (Juan Irigoin 4480) me dijeron que no me podían tomar la denuncia porque no entró a mi casa, sólo saltó la reja y eso es un hurto”, reveló.

De este modo, el policía que la escuchó, ignoró completamente que una persona entró en la propiedad de la mujer y no intentó colaborar con nada para poder dar con las herramientas de trabajo que tanto les costó a los damnificados.

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“Lo primero que te dicen es: "¿Nadie vio nada?". Te dicen que van a ver pero ningún policía pasó, nadie hizo nada. Los patrulleros nunca pasan por acá. Es la verdad, da mucha bronca, parece que están del lado de los chorros, no te queda otra cosa para pensar después de esto”, sostuvo.

Y agregó: “En el barrio de Santa Brígida no se puede estar. Estamos a la suerte de los chorros, nadie hace nada. Nos faltan dedos en las manos para contar los robos que pasan por semana en este barrio de San Miguel”.

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Del mismo modo, habló de la inseguridad en el distrito: “Con mis vecinos estamos podridos. Salimos de trabajar a las 6 de la mañana y los robos crecieron en San Miguel. Ahora todos los vecinos estamos contactados para avisarnos cuándo salimos cada uno y cuidarnos las casas. Es un horror”.

Asimismo, la misma postura se tomó desde el municipio, que pese a la viralización de la denuncia pública, nunca se contactó con la mujer ni con el papá de su nena para intentar brindar una solución para que pueda seguir trabajando.

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“Él es carpintero y le robaron muchas cosas necesarias para que pueda hacer su trabajo”, expresó. Y agregó: “A nosotros no nos sobra, los dos laburamos explotados para llegar a finde mes y que a nuestra hija no le falte nada”.

Asimismo, agregó: “Me fui a buscar algo por el cumpleaños de mi nena, volví y me encontré todo revuelto, todo roto, con la puerta forzada. Todo el sacrificio que nos costó comprar las herramientas, hacer la casa... Todo se fue en un minuto. Es horrible”.

“No contamos con lujos, laburamos muchísimo para que no nos falte nada y "vivir bien", avanzando cada día un poco más. Pero da mucha bronca este robo. ¿Para qué quieren las herramientas si no las saben usar? Si no no estarían robando”, finalizó con tristeza.