Sólo motivado por la pasión, el artista nacido en San Fernando tiene una gran llegada a los vecinos y a toda la gente con sus maravillosas fotos.

Marcelo Edelstein es de San Fernando y vive en Tigre hace 23 años. Desde chico estuvo vinculado al Delta por su deporte, el remo. Hace 15 años es contador y trabaja de eso. Sin embargo, pese al amor por su deporte y por su trabajo, el hombre de 50 años se destaca públicamente por otra cosa... Las fotografías de amaneceres.

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Increíblemente, pese a su talento y el gran alcance que tiene con sus publicaciones en su cuenta de Instagram (@marce_edelstein), no se dedica a la fotografía. “Lo hago por hobby, es un placer para mí. Sólo hago cosas muy puntales, pero sacar fotos en el Delta y estar allí es sólo por placer, como mi manera de descansar”, comenzó explicando.

Marcelo destaca todo el tiempo las fotos de los amaneceres en ese lugar. “El Delta, el río, es parte de mi vida, desde chiquito. Y a mí me gusta muchísimo el amanecer, allí encuentro los mejores momentos, sobre todo para fotografiar”, contó.

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Y explicó en detalle: “Yo soy de acostarme muy temprano y siento que en con el amanecer comienza todo. Ahí el mundo se prepara para comenzar un nuevo día. El amanecer es un comienzo”. Además, agregó: “Desde el punto de vista fotográfico, me gusta muchísimo más que el atardecer, que es como un final, sin la frescura del amanecer”.

Asimismo, prosiguió su relato con pasión: “En el amanecer todo el contexto se prepara para empezar. Las aves, la naturaleza. Me encanta el canto de los pajaritos y todo eso. La temperatura es distinta, y no sólo hablo del clima, es el comienzo de un día nuevo. En los atardeceres eso está, pero de modo distinto, tiende a terminar con el cansancio del día”.

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La pasión por su “hobby” llega a tal punto que muchas veces sale de su casa cuando aún es de noche y rema hasta un punto estratégico para retratar el amanecer. “Voy en kayak, remando, bien adentro del Delta para sacar las fotos que me gustan”, contó.

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Si bien el trabajo de Edelstein ocurre en la vía pública, no llama tanto la atención como en las redes sociales. Es que, según contó, a la hora que frena a sacar fotografías “siempre están los mismos y mucha gente duerme”. No obstante, el producto final llega a miles de personas, que le dejan gratas sorpresas.

Aunque los pocos que ocasionalmente lo ven frenan y lo saludan, hay cosas que le gustan más que eso. “El saludo no es tanto lo importante, sino que lo que más me gusta a mí es que me escriban contándome historias. Quizás recuerdan algo de su infancia, de algún familiar que vivieron cerca o cosas así. Todos los días me escriben para contarme esas cosas”, explicó.

Lograr retratar el lado lindo de la vida a través del lente no es una casualidad en Marcelo. “Creo que ver el lado positivo se ve cuando uno tiene una mirada positiva frente a la vida, y ese es mi punto de vista y así trato de manejarme siempre. Y yo suelo capturar cosas que me inspiran, que me gustan”, contó.

Igual, entiende que cada tanto hay que mostrar lo negativo para que no se pierda de vista. “También he sacado fotos de incendio, de contaminación, para que se vea. A veces hay que hacerlo para cumplir una función de generar conciencia, aportando un granito de arena”, finalizó.