Christian Zuccarello dialogó con El Bonaerense y contó: "Amo lo que hago y no me pesa la carga horaria. Termino la jornada sin mirar el reloj".

Hoy primero de mayo se celebra el Día Internacional del Trabajador, en conmemoración a los "Mártires de Chicago", un grupo de sindicalistas que fueron ejecutados en 1886 por sus constantes reclamos contra la explotación laboral de 16 horas con salarios de subsistencia.

Cada trabajador tiene su propia historia, con sus diversas particularidades y facetas que lo encuadran en su mundo cotidiano. Con este marco de fondo, Christian Zuccarello le contó a El Bonaerense: "Siempre me gustó lo que hago. Siempre me hago un tiempo para tocar la guitarra, no importa la hora".

El maestro mayor de obra de Lanús, explicó que comenzó a trabajar en su oficio desde 1999. "En el 2001 tuve que frenar un poco por la crisis económica por la que pasaba el país. Pero después de tres año logré dedicarme de lleno a la construcción", expresó Zuccarello.

El constructor de 52 años contó que tal es el amor por su oficio que poco le importa las horas en que se la pasa trabajando: "No me pesa la carga horaria del laburo. Termino la jornada sin mirar el reloj".

Sin embargo, al igual que con su trabajo, lo mismo le sucede con otra faceta de su vida: la música. "Siempre me hago un tiempito para tocar la guitarra. Termino de cenar y pongo a tocar unos temas. Me pasa lo mismo que con el trabajo, lo miro el reloj", expresó Christian.

El oriundo de Capital Federal, que vive en la zona sur bonaerense desde hace mucho tiempo, comentó cómo fueron sus inicios en el ámbito de la música: "Cuando estaba en tercer grado, mis viejos me mandaban junto con mi hermano a aprender a tocar la guitarra, pero con el tiempo lo dejé".

"Más adelante, a la edad de 12 años, aprendí con unas revistas que tenían acordes de canciones de rock nacional. La perseverancia fue lo que hizo que vaya aprendiendo con el tiempo, y el tipo de música que quería interpretar fue lo que más me empujó", sostuvo Christian.

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Así como la famosa frase: "Una cosa lleva a la otra", lo mismo le pasó a Chistian o "Barullo", apodo impuesto por sus amigos, con respecto al canto. "No tiene sentido tocar sin cantar. Acomodo todas las canciones a mi voz", añadió.

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Lo más importante para Zuccarello es que en cada composición musical haya cierto mensaje. "Me interesa que haya un mensaje en cada canción. Yo crecí con la Dictadura militar en el gobierno y había muchas canciones de protesta. Yo quería interpretar esas canciones", confesó Barullo.

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"Si tengo tiempo libre, seguro estoy tocando la guitarra. A veces organizamos con unos amigos y tocamos en una sala de ensayo o sino toco en reuniones familiares. Es lindo el ida y vuelta", sostuvo Zucarrello y añadió: "Mi lugar de música es el garaje de mi casa".

Así como a Barullo le gusta que en cada canción haya un mensaje, él mismo emite los suyos. "Hacer lo que a uno le gusta para vivir con placer. Con la perseverancia los logros van a llegar; y, así como un mandamiento, vivir sin molestar al otro", sentenció Christian Zucarrello.