Se llegó a esa conclusión gracias al testimonio de los hijos de la pareja.

Los hijos del matrimonio asesinado a balazos hace dos semanas en su casa de Vicente López denunciaron que además del dinero y las joyas robados de la caja fuerte faltaban dos armas que su padre tenía en la propiedad. Por esto, los fiscales no descartan que hayan usado la pistola 9 milímetros para ejecutarlos.

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El dato surgió de las testimoniales, a las que accedió Télam, que los fiscales que tienen a cargo la causa le tomaron el viernes pasado a Diego (48) y Martín Del Río (47), hijos de las víctimas José Enrique Del Río (74) y María Mercedes Alonso (72).

“Faltan un calibre .22 y una 9 milímetros, pero no sé qué marca”, dijo Martín, el menor de los hermanos. Según contó cuando sus padres iban a pasar los fines de semana a la casa que hace años tienen en el country San Diego de Moreno, su papá “metió el 22 de nuevo arriba del auto”.

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Sobre la otra arma, una pistola 9 milímetros que coincide en calibre con el arma homicida, Martín dijo que su padre, que además de comerciante y abogado jubilado era un ex policía, “la tenía siempre en su dormitorio”.

“Con mi hermano hablábamos que papá tenía el arma en el estuche del medio del auto, donde está el freno de mano. Imagino que era la chiquita, la pistolita. Pero esto dicho por mi hermano, yo no sabía que estaba ahí”, señaló Diego.

“Cuando era chico sí, siempre papá andaba armado, tenía armas en el auto. La verdad, no sabía que la seguía teniendo ahí”, indicó.

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Sobre María Ninfa Aquino (64), la empleada del matrimonio que está detenida como sospechosa de haber sido la “entregadora”, Diego opinó: “A Nina le faltan varios jugadores. Es una persona muy limitada. Estaba hace 12 años en mi casa, pero escuchando después lo que se dice, uno duda. Tenía un humor muy extraño. Yo creo que mis papás tenían pensado llevarla a Núñez”.

El robo y doble crimen fue cometido entre las 16.48 del 24 de agosto y la madrugada del día siguiente. Les habrían robado 10.000 dólares, 1.500.000 pesos, 50 lingotes de oro de 10 gramos y diamantes.

Las víctimas estaban sentadas con los cinturones de seguridad colocados en los asientos delanteros del Mercedes Benz E350, la mujer del lado del conductor con un tiro en la cabeza y el hombre como acompañante con tres disparos.