Gustavo Romero, socio vitalicio del club, le contó a El Bonaerense: "Difaman y mienten. Parece que hay gente que no quiere que pensemos diferente".

Durante el año pasado, el club atlético Chacarita Juniors vivió momentos convulsionados desde lo institucional, que se trasladó a lo futbolístico y ni hablar de los hinchas. El pedido de quiebra que cayó sobre la institución sumado a una serie de violentos acontecimientos generó un clima caldeado que persiste hasta entonces.

El reciente fallo en contra del club que lo obliga a pagar una exorbitante suma de dinero -500 mil USD- a Pedro Vilariño, representante del ex jugador funebrero Facundo Melivillo, hizo que la institución de San Martín cayera en un pozo negro nuevamente.

Fue justamente por ello que la actual gestión, encabezada por el presidente Néstor Di Pierro, declaró como "Personas no gratas" a los funcionarios y socios de las gestiones anteriores, lo que derivó en una serie de amenazas y episodios de violencia.

Frente a este marco conflictivo por el que atraviesa el club, Gustavo Romero, socio vitalicio y extesorero de Chacarita, le contó a El Bonaerense: "Hay gente que no quiere que pensemos diferente" y explicó cómo se dieron los sucesivos errores que desencadenaron en los actuales conflictos.

"Héctor López era el presidente y renunció en el 2016. Asumió, interinamente, Daniel Vita quien llamó a nuevas elecciones, gracias a las que asumió Horacio Fernández a la presidencia del club", contó el exvocal Romero.

LEER MÁS Audio: Lucas Benvenuto dijo su edad cuando estaba con Jey Mammón

"En esos traspasos de presidentes, no se realizaron evaluaciones de cómo se encontraba el club, ni tampoco se hizo el traspaso legal de cómo estaba la institución, que debería haberlo hecho Daniel Vita para Horacio Fernández", explicó Gustavo.

Y comentó acerca del caso de Melivillo. "López le firmó una obligación de compra a Vilariño, por el 45% del pase de Facundo Melivillo, a cambio de 500 mil dólares. ¿Cómo se va a pagar tanto a un jugador de la B en el 2015? Es una locura", expresó Romero.

"El documento y papel de esa operación jamás se la traspasó a Horacio Fernández cuando asumió a la presidencia, algo que se le reclama a López actualmente", agregó Romero.

LEER MÁS Soledad Martínez: “Queremos que los chicos estén mejor preparados para los trabajos del futuro”

"El contrato era hasta diciembre del 2018. Como Chacarita no tenía para pagar, le rescindió el contrato. Así comenzó el conflicto legal con Villariño", argumentó Romero y continuó: "Nunca en la historia de Chacarita pasó que se haya puesto una obligación de compra por ningún jugador, si opción pero no obligación y menos con algún representante".

"Al no estar los papeles de la obligación de compra, Chacarita extendió el contrato del jugador para que socios que habían puesto plata por el 45% del pase no pierdan ese dinero, uno de ellos es el actual presidente Néstor Di Pierro", aseguró el socio.

Ahora bien, sobre el pedido de quiebra del año pasado, Gustavo Romero comentó que la gestión de Horacio Fernández, finalizada en 2020, realizó el traspaso de la situación legal del club para que Di Pierro tenga en cuenta las deudas prioritarias que tenía que saldar, una de ellas, fue la que tenía con Daniel Crespo.

"Bajo documentación de escribano, se le dejó a Di Pierro un saldo de 150 mil USD para cancelar la deuda que teníamos con Carlos Zamparolo, pero el dinero fue usado para pagar salarios", contó Romero.

Hace cuatro años atrás, el club debió abonarle 181 mil dólares Daniel Crespo, abogado que demandó por el incumplimiento de un acuerdo establecido en el 2017. El mismo contemplaba una deuda de 300 mil dólares. Crespo es el representante de Zamporolo, por lo que volvió a exigir la quiebra al club ya que reclama el pago de seis cuotas del acuerdo incumplido del 2017.

LEER MÁS Manifestación en San Martín por la ola de robos

"Se le venía pagando a Crespo. Pero después del traspaso se dejó de pagarle y por eso cayó el pedido de quiebra", manifestó Romero, sobre aquel entonces en donde los socios armaron una "vaquita" y juntaron dinero para saldar la deuda.

Lo mismo sucede ahora. La gestión de Di Pierro volvió a llamar a los socios para que juntasen el dinero para saldar la deuda con Vilariño, pero a su vez, el hecho de haber declarado como personas no gratas socios que participaron en antiguas gestiones, generó un clima de violencia y amenazas de los hinchas para con ellos.

"Yo soy socio vitalicio desde hace más de 20 años y tengo más de 50. No voy a dejar de ir a la cancha por las amenazas. Difamaron y amenazaron, y es gravísimo", expuso Romero.

"Vamos a hacer responsable a esta gestión por las amenazas que recibimos muchos socios. Como así también la violencia en el estadio y en el Polideportivo", cerró Gustavo Romero.