Erika estuvo 20 días sin casa con 9 mascotas a cargo. "El Municipio no da respuestas. Acá la plata se destina sólo al turismo", dijo

Ver animales en las calles es moneda corriente en las ciudades de la provincia de Buenos Aires. Fundamentalmente son perros y gatos los que frecuentemente se ven diambulando por las calles. Muchos de ellos con problemas de salud, falta de alimentación y de contención.

Por este tipo de eventos es que hay muchos grupos y organizaciones de personas que se dedican al rescate de animales que viven situaciones como estas. Pero además hay ciudadanos de a pie que, lejos de ser parte de estas comunidades, reclutan y asisten a perros y gatos que necesitan refugio.

Uno de esos casos es el de Erika Esteban, una acompañante terapéutica de Tandil que es amante de los animales. Por eso, de manera particular, se dedica a rescatar perros para posteriormente brindales refugio y contención en su propia casa.

Si bien nació en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y también vivió en Ayacuho, donde aún vive su madre, esta mujer de 42 años y su hermana eligieron la ciudad de Tandil hace poco más de 15 años para residir y desarrollarse a nivel laboral.

En diálogo con El Bonaerense, Erika contó que "arranqué a rescatar perros cuando me vine a vivir a Tandil, cerca de mis 25 años, cuando me fui a vivir a sola. Ahí tuve la primera perrita de la calle que estaba embarazada. Aún tengo 2 de sus hijos". Esa mascota será protagonista de esta historia más adelante.

Con el correr de los años, esta rescatista de animales fue sumando mudanzas dentro de la ciudad siempre acompañada de algunos perros a quienes brindaba contención y afecto. "Primero tenía 5, depués 7, iba buscando casa, viví también con una amiga. En ese momento era más facil conseguir lugar para mí y los perros. Hasta estuve en un departamento 8 años pero no era el lugar adecuado", aseguró.

Hace algunos años, Erika comenzó a trabajar con una amiga suya de profesión Etóloga -que se encargar de estudiar científicamente el comportamiento humano y animal-. "Ella me enseñó mucho, y ahí, como soy acompañante terapéutica, comencé a trabajar con perros: recuperar perros con problemas emocionales y de conducta que quizá otras personas no adoptarían, por eso siempre tuve problemas para encontrar lugar".

En ese sentido, la mujer contó que "en un momento me fui a Villa Cacique, porque acá, en Tandil, estaba todo muy caro. Estuve dos meses allá, y cuando conseguí casa acá volví y tuve los últimos 2 rescates. Una perrita super desnutrida y con sarna, y un galgo que habían mandado a matar en un campo".

Esa vivienda que había conseguido nuevamente en Tandil, fue de la que hace algunas semanas fue desalojada. En ese lugar, Erika vivía con 9 perros, entre ellos, la primera perra que rescató y sus dos crías.

"Ella murió hace poquito en el transcurso de nuestra separación por el desalojo. Estaba en una guardería, se vino muy abajo y se ve que tenía algún problema renal porque no resistió a nuestra separación. Me está costando mucho superar su muerte", manifestó.

"Como tenía problemas con los dueños de la casa y teníamos que poner abogados, decidieron no renovarme el contrato porque ellos querían que saque los perros", dijo, y agregó: "Acá para conseguir lugar estaba muy difícil pero no me dieron chance".

De esta manera, Erika estuvo 20 días en la calle. "Pude ubicar a 5 perros en una guardería gracias a un chico de Bromatología que me ayudó mucho, a los demás los dejé en la casa de algunos amigos y yo andaba con 2 de mis perras instalándome donde podía: en la casa de una amiga, de mi hermana -que también tiene muchos aniamales-. Todos mis amigos tienen muchos animales, por lo que no podía establecerme con los 9 en ningún lado", señaló.

Por otra parte, la acompañante terapéutica mencionó que "la situación de los animales actualmente en Tandil es cada vez peor. Desde el Municipio no hay respuestas. Se puden llegar a hacer muchas cosas pero acá la plata se destina sólo al turismo y a lo que la gente puede ver".

En ese sentido, manifestó que "hay un trasfondo bastante oscuro, y es que la gente no tiene dónde vivir y deja a los animales en la calle porque en la mayoría de los alquileres no te dejan entrar con animales ni niños. Entonces lo más facil es dejarlos en la calle, porque las proteccionistas están colapsadas, acá no hay refugios, no hay un lugar que apoye económicamente".

Asimismo, sotuvo que recorrió varias áreas municipales "pero nadie te da una respuesta". Cuando quedó en la calle, estuvo a punto de hacer un campamento frente a la Municipalidad pero le llegó la oportunidad de mudarse a una quinta donde está actualmente, que consiguió a través de un contacto de su cuñado que tiene inmobiliraria.

Erika expresó que esta quinta se encuentra en venta "pero mientras tanto accedieron a alquilarmela".