La obra fue restaurada por Mariana Debaz y homenajea al paraje rural que lleva su nombre y a las 70 familias que viven allí.

Se inauguró el Monumento al Gallo el pasado fin de semana como homenaje a las familias que residen en la localidad homónima. La obra estuvo a cargo de la escultora Mariana Debaz, con el objetivo de reconstruir la historia de los parajes en vistas del bicentenario tandilense, a celebrarse el año próximo.

La escultura, que tiene más de 100 años, fue donada por la familia Broli, con un evidente deterioro por el tiempo. Asimismo, la Municipalidad de Tandil puso en valor el espacio en el cruce de la avenida Don Bosco y ruta 74, donde comienza el paraje.

El proyecto fue creado e impulsado por los propios vecinos, con Pedro Echevarne a la cabeza, quien facilitó su ejecución a partir de la donación de 21 hectáreas. Además, había extendido el pedido a Susana Knopp escribir el libro "Hay baile en El Gallo - Historias de un paraje rural", que narra distintas vivencias ocurridas en dicho lugar.

Por su parte, el intendente Miguel Ángel Lunghi compartió unas palabras para los vecinos del paraje y todos aquellos que participaron tanto en la producción del libro como en la concreción del monumento y a lo largo de su historia: "Acá estamos celebrando nuestro pasado, celebrando nuestras mejores tradiciones, celebrando que podemos encontrarnos, estamos celebrando la vida".