La curiosidad permanece en la memoria hasta el día de hoy, cuando los colores del equipo marplatense, por un ratito, fueron vistos por todo el mundo.

La selección de Francia participó del mundial de 1978 que se celebró en Argentina, con figuras del calibre de Michel Platini, Marius Trésor, y más. Compartió grupo con Italia, con Hungría, y con el organizador, que se proclamaría campeón ante Holanda.

Los franceses no pasaron de ronda porque en el debut perdió con los italianos 2 a 1, con un gol de Paolo Rossi y otro de Renato Zaccarelli. Después cayó frente al dueño de casa por igual resultado con los gritos de Daniel Passarella y Leopoldo Jacinto Luque.

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Sin embargo, para cumplir con su participación, el 10 de junio de 1978 derrotó a Hungría por 3 a 1 con un gran primer tiempo disputado en el José María Minella. En ese encuentro y en la ciudad de Mar del Plata, el combinado galo tuvo que usar la camiseta de un equipo de esa ciudad, hoy algo impensado.

Con la televisión a color ya instalada en los Mundiales, FIFA emitió un comunicado varios meses atrás de ese encuentro en el que se especificaba que Francia jugaría de blanco y Hungría de rojo. Después, lo modificó y eso generó gran confusión, hasta el desopilante final previo al comienzo.

Cuando Francia y Hungría salieron a calentar, ambos notaron que jugarían de blanco. Quien debía cambiar la indumentaria por el último mensaje desde Zúrich era el conjunto francés pero, toda la utilería con las remeras azules, había quedado en Buenos Aires.

A 400 kilómetros de distancia y con el partido próximo a comenzar, no había forma de solucionar el conflicto. Sin embargo, un acuerdo con la dirigencia del Club Kimberley generó que Les Bleus terminase vistiendo la indumentaria verde y blanca del club marplatense.

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Hubo algunos detalles a tener en cuenta, ya que Francia utilizó sus pantalones azules marca Adidas mientras transpiraba la camiseta del elenco argentino, a la cual tuvo que plancharle los números con algunas condiciones que le impuso la institución local.

Kimberley también recordó ese momento, ya que fue la única vez que un astro del fútbol como Platini vistió sus colores. Y mucho más aún, en una Copa del Mundo, ante Hungría y en un José María Minella que brillaba para la ocasión.