Desde 2015 se dedica a cuidar los animales de su ciudad. Ha colaborado ayudando a ejemplares de localidades vecinas.

"Yo soy de profesión abogado, especialista en derecho del desarrollo sustentable en medio ambiente. Y llegué a esta hermosa tarea a través de una cuestión que se produjo en Necochea", comienza explicando Leo. Y cuenta: "Un grupo de conservacionistas en su momento denunciaron la existencia de un lobo marino con enmallamiento incidental, entonces vino una ONG de Mar del Plata a rescatarlo y a partir de ese momento me dije "¿qué puedo hacer por estos bellos animales?"" Con esa inquietud latente, Carlos se preparó y capacitó para ser rescatista de mamíferos marinos. Y desde 2015 brinda su ayuda desinteresada a la fauna necochense. "Rescato lobos marinos, delfines franciscana, aves y demás".

LEER MÁS: La historia de Néstor: llegó desde Venezuela y se convirtió en un reconocido comediante en Tandil

En su día a día, Carlos realiza sus tareas profesionales por la mañana y luego de almorzar pone manos a la obra con su vocación rescatista. "Dependiendo de las actividades voy a la escollera, la reviso y la limpio. Y me fijo cómo estan los mamíferos", relata. Y agrega que trabaja solo "porque no me gusta cuando las personas interponen su ego antes de poder ayudar a los animales. Y como este ambiente es medio embromado prefiero trabajar solo y con mucha satisfacción". Los servicios de Carlos trascendieron las fronteras necochenses: "Me han llamado de varios lugares, he rescatado mamíferos en Mar del Sud, Arenas Verdes (Partido de Lobería), Orense y cerca de Bahía Blanca y Tres Arroyos", enumera. Y añade que es un orgullo y una satisfacción que la gente confíe en su trabajo.

En cuanto al cuidado ambiental, para Carlos es fundamental difundir en las redes cada rescate para generar una concientización en la sociedad. "A mi entender, Necochea es una de las ciudades mejor concientizadas en cuanto a medio ambiente, siempre hablando de los habitantes, porque a las autoridades no les importa el tema". Para entender mejor el proceso, Leo explica los pasos de su tarea de la siguiente maneta. "Es como una pirámide con sus tres aristas, o sea tres elementos: información, acción y concientización. En primer lugar los habitantes de Necochea me avisan a mí o al 147 si ven algún animal, luego yo me entero y acciono, voy a recuperar al animalito. Una vez hecho esto, lo vierto a la red para concientizar". Y reitera que "el habitante de Necochea y Quequén está consustanciado con el medio ambiente".

Si bien la tarea de rescatar fauna y salvar a los seres vivos del mar es una actividad gratificante, Carlos también reconoce que es algo que implica sus riesgos y nivel de compromiso. "Hubo muchos rescates difíciles, hubo un lobito que lo estuve esperando unos 3-4 meses en la Playa de los Patos. Tenía un carácter irascible, era asustadizo, desconfiado y mañero. Además la presencia de los turistas lo ponían nervioso", recuerda sobre un caso. Y cuenta que "una vez de noche estaba durmiendo y lo pude rescatar. Me costó mucho porque no se veía el zuncho encarnado en la piel, y en esos casos no podés fallar, porque el lobito te toma como un enemigo y cuando te ve de nuevo escapa. Y puede ser lapidario para él".

LEER MÁS: «Quiero Ayudar», la ONG de Balcarce que asiste a los pacientes oncológicos y lucha por seguir activa

Mientras se prepara para el arribo de las ballenas francas a las costas necochenses para estudiarlas y aportar su conocimiento a la comunidad científica, Carlos reflexiona sobre qué le gustaría hacer a futuro. "La verdad que me siento muy consustanciado con los rescates y tengo el reconocimiento del habitante de Necochea, Quequén y algunas localidades vecinas. Me gustaría poder, si tuviese la posibilidad, de colaborar con el medio ambiente, de poder tener un poco de elementos para poder seguir concientizando". Y reconoce que en Necochea hay algunas problemáticas, como la falta de árboles y la suciedad del Río Quequén. "Si tuviera el poder de hacer más cosas, encantado de ayudar al medio ambiente", concluye.