Se fundó en 2010 y ofrece talleres artísticos y huertas sustentables. Allí, la población en general y organizaciones sociales se reúnen.
Existen varios espacios que son creados o recuperados por estudiantes u organizaciones para encontrar un lugar de pertenencia y compartir experiencias y actividades, que en muchos casos trascienden y llegan a toda la población. En un tramo de la ciudad de Mar del Plata, hay un espacio cultural que fue creciendo hasta convertirse en un punto de referencia a nivel local: la Vía Orgánica.
Creada sobre un una zona lindera al complejo universitario de la calle Funes (donde funcionan la mayoría de las carreras de la UNMdP), el nombre hace honor a un tramo del ferrocarril que alguna vez pasó por allí durante el siglo pasado y que fue cesando su actividad hasta convertirse en terrenos con alguna que otra edificación. Fue así que en el año 2010 algunos grupos estudiantiles y organizaciones sociales se volcaron a la tarea de recuperar y darle vida a un sector abandonado de la ciudad.
«La vía ya tiene más de una década y con el correr de los años se convirtió en un centro de actividades multiculturales, donde hay talleres, huertas comunitarias y actividades artísticas», detalla Marcos, estudiante de Historia y otrora voluntario en el taller. La huerta es, sin dudas, uno de los puntos fuertes del sitio. «Es una huerta agroecológica que ofrece un modelo de producción alternativo, se basa mucho en la forma de producir de nuestros antepasados», explica Sofía, quien estudió Ingeniería Agrónoma y sintió curiosidad por conocer la Vía: «Se producen alimentos sanos, sin agrotóxicos y además enseña las bases de un consumo sustentable«, agrega.
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Además de la huerta y las actividades al aire libre, por más de una década la Vía ha ofrecido una gran variedad de talleres artísticos y de vida saludable: teatro, fotografía, murga, yoga, meditación, apoyo escolar y grupos de lectura son algunas de las ofertas que se han ofrecido a toda la comunidad. «En lo personal empecé con yoga y me hice de varias amistades, después nos juntábamos en alguna salida o mismo acá, viniendo a las ferias y apoyando a los artistas», detalla Jenni, quien afirma que «es un lugar hermoso para conocer y conectarse con une misme«.
De todos modos, no siempre fue color de rosas el existir de la Vía. En 2015, referentes denunciaron que habían incendiado intencionalmente el predio. No obstante, las organizaciones sociales y estudiantiles no dieron el brazo a torcer y mantuvieron su lugar en condiciones, y un año después corrieron riesgo de ser desalojados. «La empresa Ferrobaires había presentado una queja sobre el supuesto uso ilegal de la zona de las vías, cuando ellos la abandonaron hace años», recuerda Sebastián, quien es escritor amateur y cubrió para un blog la desagradable situación.
Para los vecinos del Barrio San Juan, la Vía Orgánica es de todos, y absolutamente todos los vecinos la cuidan y protegen. «Es parte de la ciudad, si estás en el ambiente artístico o ecologista es imposible que no hayas escuchado de la Vía. Y es un lugar donde las organizaciones sociales se expresan mediante los murales y las asambleas. Es algo único«, completa Sebastián.
