En la ciudad se fundó una organización en 2014 con muy buena repercusión. Han hecho decoraciones urbanas en grandes eventos.

Actividad milenaria y de origen oriental, el origami permite crear infinidad de figuras mediante el papel. Si bien nació en China, su popularidad y afincamiento se dio en Japón y hoy es un arte practicado en todos los rincones del mundo. En Mar del Plata, es una actividad que viene tomando impulso desde hace unos años y atrae a personas de todas las edades. Zulema Stábile creó en 2014 la agrupación "Origami Mar del Plata" y conversó con El Bonaerense sobre esta interesante manifestación artística.

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"Yo empecé por pura casualidad, después de llevar a mi hija a una actividad en Capital Federal. Cuando volvimos, estaba interesada en hacer origami, pero en Mar del Plata no había mucha gente que enseñara", recuerda Zulema. A pesar de esta limitación, no se dio por vencida y comenzó con el camino autodidacta. "En ese momento estaba aprendiendo a usar la computadora, investigué y fui incorporando y adquiriendo conocimientos, en solitario prácticamente", agrega. Con el correr del tiempo, supo de la existencia de la Asociación de Origami Argentina y fundó en 2014 "Origami Mar del Plata". "Nos integramos como una delegación a nivel regional", destaca.

Las reuniones se realizan una vez por mes, en un ambiente cálido y distendido donde comparten sus creaciones. "Nos reunimos en un café, tomamos algo, charlamos y vamos armando proyectos que vamos compartiendo con los nuevos y los que tienen experiencia compartimos plegados y papeles", indica Zulema. Y la actividad no se queda ahí. Tal como lo describe, "a veces hacemos también actividades como decoraciones urbanas, de eventos, souvenirs, en escuelas". Incuso Zulema ha impartido clases de origami a docentes de matemáticas y ha participado en la decoración de actos patrios. "También di clases en la escuela del Penal de Mujeres acá en Mar del Plata y organizé la convención nacional de origami en 2018", detalla.

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EL grupo comenzó con Zulema y un par de alumnas interesadas y, a partir de allí, creció constantemente. Muchos se animan y participan de las decoraciones a gran escala. "Una de las últimas fue en julio del año pasado, que plegamos palomas por la paz en un mapa de la República Argentina donde estaba el viejo Hotel Hurlingham", cuenta Zulema. En cuanto a los gustos, el origami ofrece múltiples variantes. "Todos tratamos de aprender algo nuevo en los encuentros. Por ejemplo, una clases aprendemos a hacer mandalas, en otra flores, en otra animales y así vamos cambiando la cantidad de piezas que hacemos", explica. Al momento de elegir, Zulema no duda y afirma que las flores, los mandalas y las estrellas son sus favoritas para plegar. "Hago de todo, pero esas son las que más me gustan", detalla. La virtualidad también permitió que se hagan clases de origami hacia otros países mediante Meet, de manera gratuita.

Los beneficios del origami

La práctica de plegar papel, además de ser recreativa y placentera, ofrece múltiples beneficios para la salud. "Tiene muchos beneficios a nivel de motricidad fina, ayuda a que se puedan movilizar mejor las manos. También ayuda a la concentración y el aprendizaje de las matemáticas, porque tiene mucho de triángulos, de cuadrados, rectángulos, diagonales, ángulos", destaca Zulema. Y agrega que "es bueno para trabajar la memoria, porque cuando tenés que doblar muchas piezas te ayuda a refrescar y mantener la memoria activa mediante la repetición". Y, por supuesto, permite que vuele la imaginación: "Empezás desde un cuadrado o rectángulo de papel, vas plegando y terminás con figuras como animales, corazones, mandalas, flores, muchas cosas. Da tranquilidad, te ponés a plegar y te relajás con la actividad", relata.

A poco de retomar la actividad tras el parate de vacaciones, Zulema anticipa que "estamos viendo de hacer una decoración urbana en marzo en alguna plaza, donde haya calesita y podamos decorar con corazones y estrellas". Además, "la idea es ponernos a plegar con los chicos y se lleven un recuerdo en la demostración, una flor, una mariposa o una estrella. Seguramente frente a la escuela 14", resalta Zulema, quien le dio un impulso enorme a una actividad milenaria en Mar del Plata y que cada vez más personas se animan a practicar.