El joven estaba desaparecido desde el 8 de mayo. El hallazgo de un pescador resultó clave para esclarecer el caso.

Un examen de ADN confirmó que los restos hallados hace dos meses y medio en Mar de Ajó pertenecen a Marcelo Medina, el joven geselino que había desaparecido de su domicilio desde comienzos de mayo. El 28 de ese mes, un pescador encontró en Partido de la Costa un torso con un brazo en Nueva Atlantis, localidad lindera a Mar de Ajó. El fiscal que investiga el caso, Walter Mércuri, confirmó la trágica noticia.

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Marcelo Misael Medina, de 19 años, había sufrido un brote psicótico el 8 de mayo. Según consta en el expediente de la búsqueda, Marcelo comenzó a rezar a los gritos y a vociferar expresiones incoherentes vinculadas a Jesús. Intentaron llevarlo al hospital municipal para ser atendido, pero sin éxito. En ese contexto, sus padres llamaron al 911 para solicitar intervención policial, pero afirmaron que no podían llevarlo por la fuerza. Finalmente, escapó de su casa horas después.

A partir de ese momento comenzó una intensa búsqueda para averiguar el paradero del joven. La causa judicial la inició la fiscal de Villa Gesell Verónica Zamboni. No obstante, los padres de Medina cuestionaron su desempeño al frente del caso y lograron que éste sea derivado a la fiscalía de General Madariaga. Por su parte, el Ministerio de Seguridad Bonaerense fijó una recompensa de cinco millones de pesos por información sobre Marcelo.

El 28 de mayo, un pescador encontró un brazo enganchado en un anzuelo, que resultó clave para esclarecer qué había pasado con el joven. El fiscal que investiga el caso, Walter Mércuri, a cargo de la UFI de General Madariaga, confirmó el resultado positivo de las pruebas genéticas y además dispuso allanamientos en la casa donde viven los padres de Medina. Ahora la causa cerró por investigación de paradero y se inició otra por averiguación de causal de muerte.