Contaminación química en el Arroyo Sarandí: vecinos reclaman a Ferraresi por mayores controles

El Arroyo Sarandí, que atraviesa varios barrios de Avellaneda, se ha convertido en un foco de preocupación para los vecinos debido a la presencia de desechos químicos que afectan tanto la salud de los vecinos como el ambiente local. A pesar de la evidente contaminación, los habitantes del barrio denuncian la falta de medidas por parte de las autoridades municipales para controlar la situación.

"El olor es insoportable, especialmente en los días de calor. Se siente desde la mañana hasta la tarde. Nos preocupa que esto esté afectando la salud de nuestros hijos," expresó Carla, vecina del barrio Sarandí desde hace más de 10 años. Según ella, el problema no es nuevo, pero ha empeorado con el tiempo.

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?Los residentes denuncian que "el olor es insoportable" y que se "acumulan residuos industriales y aceites en el agua todo el tiempo". Exigen que el #municipio tome acción y que... pic.twitter.com/aVCTgVH3Ml

— El Bonaerense (@elbonanews) February 6, 2025

La situación de contaminación ha sido confirmada por varios otros residentes, quienes aseguran que no solo se trata de olores nauseabundos, sino también de residuos visibles en las aguas del arroyo. "Es increíble ver cómo se acumulan residuos industriales y aceites en el agua, todo el tiempo", señaló Diego Martínez, otro vecino afectado por la contaminación del arroyo.

El arroyo contaminado

El arroyo es el epicentro de una crisis ambiental que, según los vecinos, no recibe la atención adecuada por parte de las autoridades locales. Los vecinos aseguran que han realizado múltiples denuncias, pero la fiscalización por parte del municipio de Avellaneda es casi nula. "¿Por qué el arroyo sigue así? Nos parece que la municipalidad no está haciendo lo suficiente para investigar y sancionar a las empresas que contaminan," agregaron.

Los vecinos sostienen que el problema se fue incrementando con el paso del tiempo

El arroyo Sarandí es un claro ejemplo de la necesidad urgente de una fiscalización ambiental efectiva y de la implementación de políticas públicas que prioricen la salud y el bienestar de los vecinos, quienes viven día a día con los efectos de la contaminación química. Los residentes piden un control más riguroso sobre las industrias cercanas y una solución a largo plazo que recupere el arroyo y proteja el ambiente.