Invasión de aguas vivas en la Costa Atlántica: qué son y qué debes hacer si te pican

En la costa atlántica de la provincia de Buenos Aires, cargada de turistas a pesar del éxodo masivo de personas que se fueron a vacacionar al exterior, hubo un fenómeno que se hizo presente y generó molestias entre los presentes: las aguas vivas. Si bien no son peligrosas, son de mucha molestia a todo aquel que sea picado. Especialistas han brindado consejos para prevenir y curar.

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Estos diminutos organismos acuáticos, aunque comunes, generan irritaciones cutáneas al entrar en contacto con las personas. Aunque las reacciones suelen ser leves, conocer más sobre ellas y cómo actuar resulta clave para disfrutar de la playa con tranquilidad.

También conocidas como tapiocas, su incremento se relaciona directamente a las altas temperaturas y al viento proveniente del norte, que facilita que se desplacen a la costa.

El tipo de reacción que genera depende de la piel y el organismo de cada persona.

Su nombre científico es Liriope tetraphylla, son medusas, que han aparecido recientemente en las playas de la costa atlántica, donde se pueden encontrar más de 100 especies de medusas.

Esta especie posee una campana de cerca de 1 cm de diámetro, por lo que es casi invisible, por lo que también se la llama "burbujita". Esta medusa provoca lesiones al quedar presionada entre los trajes de baño y la piel, en las zonas más sensibles del cuerpo. Las lesiones que producen estas son eritematosas, papulares, que pueden confluir y son dolorosas y muy pruriginosas.

Monte Hermoso, una de las localidades bonaerenses mas caracterizadas por la invasión de tapiocas.

De todos modos, más allá de que su veneno puede ser molesto, no suele generar mayores complicaciones. Aunque si se es picado se recomienda neutralizar su acción con vinagre (en lo posible) o agua salada sobre la zona afectada. No se debe utilizar agua dulce o potable bajo ningún término, ya que aumentan la liberación de toxinas.

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Por último, se debe limpiar la piel utilizando métodos como toallas, arena o incluso cremas, para retirar los restos de los tentáculos de manera segura. Dependiendo de la intensidad de la irritación, se pueden usar analgésicos o antiinflamatorios para aliviar los síntomas.