A 69 años del Día que comienza el Golpe para derrocar a Perón

Hoy, 16 de septiembre, se cumplen 69 años desde el inicio del golpe de estado que marcó el derrocamiento del presidente Juan Domingo Perón en 1955. Este evento histórico, conocido como la "Revolución Libertadora", no solo terminó con la presidencia de Perón, sino que también abrió un capítulo de profunda transformación política en Argentina.

Perón había sido elegido presidente en 1946, y fue reelegido en 1951 con un amplio apoyo popular. Durante su gobierno, implementó una serie de reformas que incluyeron la expansión de los derechos laborales y el fortalecimiento del rol del estado en la economía. Su figura, sin embargo, fue polarizadora. Mientras que muchos lo veían como un defensor de los derechos de los trabajadores y un símbolo de justicia social, otros criticaban su estilo autoritario y su control sobre los medios y las instituciones.

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La oposición al peronismo fue creciendo a lo largo de los años, impulsada por el descontento de diversos sectores económicos y políticos. El 16 de septiembre de 1955, se produjo el primer acto decisivo de la Revolución Libertadora: la movilización de las Fuerzas Armadas y la formación de un comando militar en la ciudad de Córdoba. Los enfrentamientos iniciales se centraron en las principales ciudades del país, incluyendo Buenos Aires, donde se llevaron a cabo ataques aéreos y enfrentamientos en las calles.

El 29 de septiembre de 1955, después de intensos combates y una presión creciente, Perón renunció a la presidencia y se exilió en Paraguay. Su salida marcó el fin de su mandato y el inicio de un periodo de transición que llevó al poder a una serie de gobiernos militares y civiles de orientación antiperonista.

Tropas golpistas en la calle

La Revolución Libertadora llevó a la disolución del Partido Justicialista y a la proscripción del peronismo. Durante la dictadura que siguió, el país experimentó un proceso de reestructuración política y económica que incluyó la implementación de políticas liberales y la eliminación de las reformas sociales de Perón. Esta etapa, que se extendió hasta 1958, fue marcada por la inestabilidad política y social.

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La caída de Perón también dejó una huella en la política argentina. A pesar de su exilio, el peronismo continuó siendo una fuerza influyente en la política del país, y Perón regresó al poder en 1973, tras años de proscripción.